Una vez más, Telecinco ha vuelto a perder la batalla contra El Hormiguero y La Revuelta. Conscientes de que Gran Hermano no atrae a la audiencia como antes -ni siquiera apostando por los adelantos en la franja del access- desde Mediaset apostaron este miércoles por dar un golpe de efecto a su programación.
Para ello recurrieron a una vieja fórmula de Telecinco: la del morbo. La cadena de Mediaset emitió una entrevista póstuma a Julián Muñoz apenas dos días después de su muerte. Pese a la moderada expectación que generó -y alimentada por los cebos en varios programas- su rendimiento fue más bien pobre.
Con 1.195.000 espectadores, la entrevista conducida por Santi Acosta en ¡De Viernes! no pudo hacer sombra a los dos programas más vistos de la televisión actualmente. Sí superó a First Dates y a El Intermedio, que se quedaron lejos del millón de espectadores.
Tanto El Hormiguero como La Revuelta se impusieron sobradamente a este especial de Telecinco, que no consigue dar con la tecla para dejar atrás su crisis particular. Un nuevo chasco que revela la realidad de la cadena: los espectadores ya no respaldan este tipo de contenidos de forma masiva, como si hacían años atrás.
Una travesía a través del desierto
En los últimos meses se ha utilizado esta metáfora para hacer referencia al complicado camino que tiene que enfrentar Telecinco para superar su crisis. Hace tres años, cuando Antena 3 le arrebató el liderato, muy pocos podían imaginar que la distancia entre ambas cadenas pudiera alcanzar picos de hasta tres puntos share.
Las últimas temporadas están siendo especialmente complicadas en Mediaset, que no ceja en su empeño por conectar con los espectadores. No será por falta de intentos, pues en Telecinco se ha probado prácticamente de todo: desde la vuelta de Gran Hermano a sus orígenes hasta reestructurar por completo sus informativos.
Cambios transversales a prácticamente la totalidad de sus áreas y franjas horarias, pero con escasos resultados. El dominio de Antena 3 es actualmente irrevocable, mientras que TVE gana enteros con la irrupción de un David Broncano que, pese a no contagiar al resto de programas, aporta a la pública un notable crecimiento.
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