Íñigo Errejón declaró este lunes ante el juez Carretero. El que fuera integrante de Sumar tuvo que explicarse tras la denuncia de Elisa Mouliaá. Y sus palabras fueron, cuanto menos, curiosas. “Fuimos al cuarto como dos personas que se escabullen para darse unos besos”, le contó al magistrado.
Hechos que contrastan con los que describe la víctima, quien asegura que Errejón le agarró fuertemente de un brazo y la metió en una habitación. Dos versiones radicalmente opuestas que chocan entre sí y que dejan al ex político en una situación muy comprometida.
Porque lo que parece estar claro es que la erección de Errejón era mayúscula. No obstante, ante el juez negó sacarse el miembro viril, tal y como expresó Mouliaá en su denuncia. En cambio, sí afirma que le tocó “el culo y los pechos por debajo del jersey y encima del sujetador”.
“Errejón sacó su miembro viril para violentarme”, aseguró Mouliaá, quien mantiene que Errejón la forzó y que ella intentó zafarse de él. ¿Quién miente? ¿Quién dice la verdad? Difícil esclarecer los hechos cuando dos versiones se oponen de esta manera.
