El número de espirometrías realizadas en Atención Primaria (AP) en la Comunidad de Madrid aumentó en un 124% durante el último año. En total, se realizaron 46.967 pruebas en 2024, frente a las 20.975 del año anterior. Esta prueba es fundamental para medir la capacidad pulmonar y la velocidad de la respiración, y se utiliza principalmente para detectar enfermedades respiratorias como la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC).
El incremento de estas espirometrías es parte del Plan de Mejora para abordar la EPOC, impulsado en los dos últimos años por la Gerencia Asistencial de la sanidad pública autonómica. Este plan tiene como objetivo mejorar la detección temprana de enfermedades respiratorias, especialmente en pacientes susceptibles a desarrollar EPOC, como los fumadores mayores de 40 años o aquellos con antecedentes de tabaquismo.
Los profesionales de Enfermería son los encargados de realizar estas espirometrías, y son los únicos en Atención Primaria en España que pueden solicitarlas sin necesidad de una prescripción médica. Esta medida ha facilitado el acceso a la prueba y ha aumentado la capacidad de detección precoz de enfermedades respiratorias en la región.
Trabajo a largo plazo
Además de las espirometrías, el Ejecutivo autonómico ha promovido la creación de un Grupo de Trabajo de Buenas Prácticas y ha organizado talleres de formación para más de 500 trabajadores de la sanidad. Entre estos, se destaca la II Jornada para el Abordaje Integral del Paciente EPOC, que reunió a cerca de 200 personas en un evento celebrado en Madrid.
Desde 2023, la Gerencia Asistencial de Atención Primaria cuenta con un Grupo de Trabajo Multidisciplinar en EPOC, compuesto por profesionales de diferentes áreas y expertos de sociedades científicas. Este equipo tiene como objetivo mejorar el abordaje integral de los pacientes con EPOC, promoviendo el intercambio de conocimientos y buenas prácticas entre los profesionales sanitarios.
Se estima que en la Comunidad de Madrid hay cerca de 300.000 personas afectadas por EPOC, una enfermedad que limita el flujo de aire a los pulmones, siendo el tabaquismo su principal causa. Aunque no tiene cura, el tratamiento adecuado puede controlar los síntomas, retrasar su avance y mejorar la calidad de vida de los pacientes. Además, todos los centros de salud de la región cuentan al menos con un espirómetro, y algunos tienen varios equipos, lo que facilita la detección y tratamiento de la enfermedad.
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