Lejos de llegar a un final, la guerra interna de Prisa apenas está escribiendo sus primeros capítulos. Pese a que los grandes titulares en torno a la compañía quedaron atrás, lo cierto es que en Miguel Yuste aún se respira un ambiente muy cargado.
Como hemos contado en PRNoticias, la intención del CEO Joseph Oughourlian es seguir al frente de Prisa por mucho tiempo. Suya es la mayor parte de la masa accionarial de la compañía, con un 29% de participación. No obstante, en la Moncloa se está tejiendo un plan para desterrarle.
La facción afín al Gobierno -liderados por el accionista Andrés Varela Entrecanales– tiene una misión: reunir más de 200 millones de euros para alcanzar un 51% de las acciones. De conseguirlo, a Oughourlian no le quedaría más remedio que abandonar la compañía al no contar con la mayoría suficiente para mantener su cargo.
Sin embargo, Oughourlian no está dispuesto a perder el control de Prisa. Es más, ya ha dejado claro que su negativa a alinearse con el Gobierno no es un farol. De hecho, la salida de José Miguel Contreras y Carlos Núñez fue toda una declaración de intenciones: no quiere agentes de la Moncloa en la parte noble del grupo editorial.
Entre tanto, ya maneja una hoja de ruta para los próximos tres años. Según avanza The Objective, los planes del CEO de Prisa son refinanciar la deuda -actualmente fijada en 750 millones de euros- para dejar atrás la crisis financiera que arrastra la compañía.
Asimismo, Oughourlian descarta la venta de Santillana. Este es otro de los puntos con los que difiere con los accionistas afines al Gobierno, que consideran que la filial es un lastre económico. El CEO, por su parte, cree que es uno de los pilares para mejorar su rendimiento a medio y largo plazo.
El control editorial, la obsesión de Moncloa
La gran obsesión de la Moncloa es controlar Prisa, al menos editorialmente. Saben del peso y la influencia capital que tienen sus medios, especialmente El País y la Cadena SER, dos de los más influyentes para los ciudadanos y, por ende, para los votantes.
Pese a los rumores sobre un posible giro a la derecha, todo apunta a que la línea progresista será la que seguirá imperando en Prisa. Sin embargo, hay voces que apuntan a una menor identificación de ambos medios con las políticas del Gobierno.
Esa es, al menos, la intención de Oughourlian, que se ha enfrentado a la Moncloa sin titubeos, dejando claro que quien manda en Prisa es él. Un duro revés para el Ejecutivo, que ya trabaja en lanzar su ansiada televisión sanchista de la mano de Telefónica y Movistar Plus+ mediante.
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