La Agencia EFE está inmersa en una crisis sin precedentes. En 2023 registró pérdidas por valor de casi 18 millones de euros, y de cara a la presentación de resultados de 2024, se prevé que estas puedan ser aún mayores.
La situación de la agencia de noticias se antoja muy delicada, pues como empresa pública, depende de los Presupuestos Generales del Estado. Su asignación actualmente está fijada en 53,9 millones de euros. Un presupuesto que el Gobierno se negó a incrementar en octubre del año pasado, desoyendo las recomendaciones de Sumar.
Sin embargo, todo podría cambiar en los próximos meses. Desde EFE siguen insistiendo en la necesidad de contar con una partida presupuestaria más amplia para hacer frente a los nuevos retos que se plantean a corto y medio plazo.
La petición del ente dirigido por Miguel Ángel Oliver -ex secretario de Estado de Comunicación- se produce en un contexto complicado, dado el agujero económico que existe en la agencia. Pese a ello, en las últimas semanas se han mostrado favorables a promover una mejora presupuestaria.
La Comisión de Control del Servicio Público de Interés General (SIEG) tiene entre sus prioridades resolver la situación de EFE y existe cierto consenso de cara a iniciar los trámites para mejorar su asignación económica.
Cabe recordar que en los dos últimos años, la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) ha llevado a cabo una inyección de 40 millones en las cuentas de EFE. Una cuestión que da buena cuenta de la delicada situación que atraviesa la agencia en materia económica.
Falta de credibilidad, ¿consecuencia de la escasa financiación?
Recientemente EFE fue notica por cometer dos errores de bulto en apenas una semana. Su credibilidad se puso en duda tras informar erróneamente de la muerte del escritor vasco Fernando Aramburu. Días antes había informado de que un helicóptero se había estrellado contra la Torre de Cristal de Madrid.
Ambos “accidentes informativos” ocurrieron en noviembre del año pasado y llevó a Miguel Ángel Oliver a convocar una reunión de extraordinaria de su Consejo de Administración. Fue entonces cuando en EFE acordaron “reforzar sus procesos de supervisión editorial y tecnológica” para evitar futuros errores.
Esta y otras cuestiones se enmarcan dentro del plan de la agencia de cara a los próximos cuatro años. No obstante, una de las mejoras más urgentes es la que respecta a los salarios de su plantilla, pendientes de un incremento del 0,5%.
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