Juan Abarca, presidente de HM Hospitales, ha publicado una nueva entrada en su perfil de LinkedIn. En esta ocasión, hace una reflexión sobre la vocación y cómo esta puede ser fuente de muchas satisfacciones pero también de sufrimiento interior.
A continuación reproducimos sus palabras:
“Superpoderes: ¿Cuál es el tuyo?
Sabemos que no son los que muestran los superhéroes de los comics o los tebeos
Pero, sin duda existen.
Posiblementente el mayor superpoder que puede existir es la Fe en Dios, en la vida eterna, en el más allá.
En mis más de 25 años de trayectoria profesional gestionando recursos para pacientes he vivido tragedias que superan la imaginación y como los familiares las superaban agarrándose a esa Fe incondicional; la Fe del carbonero la llamaban.
Tambien la he vivido en forma de “angelito de la guarda”, que sin saber de dónde ni por qué ha aparecido en forma de señal o intuición evitando que se produjera un problema que no hubiera tenido solución.
Esto lo he vivido muchas más veces.
Pero también hay otros superpoderes.
Por ejemplo la vocación.
La vocación por los enfermos, es un superpoder que te hace preocuparte por ellos hasta el punto de poder detectar cosas inexplicables.
La empatía que se siente por ellos, la ternura, te hace que no cejes en el empeño de dar con lo que tiene y de sacarlo adelante muchas veces más allá de lo que sería normal.
Hasta conseguir cosas extraordinarias.
La vocación vivida es fuente de muchas satisfacciones y también de sufrimiento interior. Por que la satisfacción es fuente de motivación y si no eres capaz de sufrir te acaba envolviendo la apatía y el aburrimiento.
Esto por cierto es lo que yo pretendo transmitirle a nuestros alumnos en HM Hospitales: que tienen que encontrar esa vocación y exprimirla al máximo porque será lo que más satisfacciones les dará al final en la vida.
Lo que les hará sentirse más vivos.
Y es también lo que les pido que traigan de serie a los profesionales que se incorporan con nosotros, sea en el puesto que sea.
Te tienen que gustar los enfermos, para disfrutar y sufrir con ellos, si no vete a otro sitio.
Este verano os hable de mi amigo Pedro.
El oficial de la #UME al que una vez más, habían movilizado, sacándole de sus vacaciones para asistir a los incendios que han asolado España para tratar de ayudar a los demás. Como ya hizo con la DANA, la FILOMENA, o la PANDEMIA.
Pedro Casado de las Heras tiene otro superpoder. La vocación de ayudar a los demás.
Le movilizan dos meses al inicio de sus vacaciones y no le cambia la sonrisa, ni el humor y disfruta haciéndolo aunque sea a costa de su tiempo personal.
Ayer le hicieron teniente coronel del cuerpo jurídico militar de la UME, que es el mismo rango que tenía mi padre cuando tuvo que dejar el ala 12 del ejercito de Torrejón por la Ley de incompatibilidades del momento y me ha removido muchos recuerdos.
Bueno, seguimos, palante aunque con un ojo a medios pelos… por cierto que ayer me lo revisaron y parece que el transplante de cornea esta aguantando… crucemos los dedos.
Pensad en ello por favor… encontrar lo que os haga estar más vivos posible.
Ese será vuestro superpoder.”










