Joseph Oughourlian acaba de cerrar un capítulo clave en la historia del grupo Prisa. El empresario franco-armenio ha completado lo que fuentes del sector califican de “limpia” en la compañía propietaria de la Cadena SER.
La reciente destitución de Francisco Cuadrado al frente de Santillana ha cerrado un ciclo de cambios en la alta dirección de Prisa que se inició con la salida de Carlos Núñez, mano derecha por entonces de un Joseph Oughourlian que se opuso de plano al proyecto de la televisión sanchista.
Prisa era la elegida para financiar y acoger la nueva cadena de la TDT que iba a licitar Moncloa. Así lo habían decidido desde las esferas mediáticas que conectan el Gobierno con la empresa dirigida por Oughourlian, comandadas por Núñez, pero sobre todo por José Miguel Contreras.
Tras unos cuantos tiras y aflojas, finalmente Oughourlian pasó a la acción y se quitó de en medio tanto a Núñez como a Contreras. Como contamos en PRNoticias, estos ceses -disfrazados de salidas pactadas- supusieron un antes y un después en Prisa, dando lugar a una batalla interna cuyas consecuencias aún se sienten.
Sin embargo, la caja de los truenos aún tenía preparadas más sorpresas. Tiempo después Oughourlian destituyó a Pepa Bueno como directora de El País. La guerra interna de Prisa se cobraba así una nueva víctima del bando díscolo con la gestión de la actual dirección.
Su sustituto, a propuesta del propio presidente de Prisa, fue Jan Martínez Ahrens, que apenas lleva cuatro meses en el cargo. Poco tiempo después llegaron los cambios en la Cadena SER.
Oughourlian apostó por Ignacio Soto como director general. Por otro lado, cesó a Montserrat Domínguez, nombrando a Fran Llorente -ex de RTVE- director Editorial y de Contenidos. La renovación de la SER se completó con Jaume Serra, que ascendió a director general de Radio y Negocio Audiovisual para España.
Los accionistas díscolos, a la espera de su momento
En Prisa reina una calma tensa desde que la guerra interna comenzó a cobrarse víctimas de mucho peso en su organigrama. En la Junta General de Accionistas, Oughourlian no escondió su preocupación por los continuos enfrentamientos y advirtió a los accionistas que quieren echarle: “Prisa no es un juguete”.
En esta línea, quiso tender la mano a los empresarios afines al Gobierno liderados por Andrés Varela Entrecanales, quienes no han perdido de vista su objetivo de comprar Prisa para restablecer la línea editorial; una linea editorial que muchos consideran que se ha escorado al centro.
Con el nuevo curso, se espera que los accionistas díscolos muevan ficha. Sin embargo, Prisa actualmente está valorada en más de 700 millones de euros, por lo que resulta complicado imaginar una posible compra a corto plazo.
Así pues, se prevé que Oughourlian continúe como presidente al menos hasta 2029. Sin embargo, su enemistad manifiesta con Pedro Sánchez le obliga a estar alerta, pues los fontaneros de Ferraz y algunos ministros hace meses que trabajan en alternativas para sacarle de Prisa.
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