En la Tierra a domingo, noviembre 30, 2025

AUTORA DEL LIBRO ‘GEOPOLÍTICA DEL LOBBY. LA TRANSFORMACIÓN DEL PODER, LA REPRESENTACIÓN Y LA DECISIÓN POLÍTICA’

Carmen Muñoz: “En España, el sector de los Asuntos Públicos está en un buen momento”

PRNOTICIAS CONVERSA CON LA DIRECTORA DE LA CONSULTORA SILVERBACK ADVOCACY Y MIEMBRO DE APRI

“La esencia es que los grupos de interés encuentren canales formales y transparentes para trasladarle a las instituciones públicas su perspectiva sobre un determinado tema que les afecta o les puede afectar. Cuanto más diversa sea la participación en los asuntos públicos sobre un tema que afecta a un determinado sector más gana el criterio del decisor y, con ello, la calidad de la decisión finalmente tomada. Escuchar a todas las partes y decidir”

La doctora en Asuntos Públicos Carmen Muñoz es una de las voces más reconocidas del sector en España. Con una sólida formación académica y experiencia en espacios de análisis geopolítico y comunicación estratégica, se ha especializado en desentrañar mecanismos que determinan cómo se toman las decisiones en el ámbito público-privado. Su mirada, que combina profundidad y capacidad para explicar fenómenos complejos de manera accesible y rigurosa, está plasmada en su libro Geopolítica del lobby. La transformación del poder, la representación y la decisión política, del que hoy conversa con PRNoticias.

Cuenta con más de veinte años de ejercicio en el área de los Asuntos Públicos. Ha sido directora sénior de Asuntos Públicos de LLYC y directora corporativa de Unión Profesional. En la actualidad es directora de la consultora Silverback Advocacy y miembro de APRI, además de colaboradora docente e investigadora de varias universidades en el área de los Asuntos Públicos. Su amplia experiencia la convierte en una voz cualificada para hablarle a consultores, directivos, académicos, periodistas, activistas, estudiantes… y esto es precisamente lo que hace en su libro.

“Quería poder trasladar en un tono más divulgativo y breve parte del contenido de la tesis doctoral que defendí en el año 2022 y parte del material de las clases que doy en la universidad o de mi día a día en Silverback. Era una excusa perfecta para ordenar y sistematizar, para compactarlo todo en un solo texto. Aproveché ese trabajo, le sumé lecturas y conversaciones nuevas y el resultado fue este ensayo que cuenta mi visión del lobby y los asuntos públicos y del momento político que atravesamos. Y un poco, quizá, porque ya estaba pensando en lo siguiente…” nos cuenta sobre por qué lo escribió y publicó.

En este libro, Carmen Muñoz se pone en la piel del consultor, “pero también ciudadana”, dice. Y justifica esta doble posición porque “vamos tan rápido que, si no te paras un poco, no eres capaz de ver si hay un patrón o caminos alternativos o fallos de origen en lo que estás haciendo y tan sólo pasas del plan ‘a’ al ‘b’ y ‘c’, si es menester, porque los consultores hemos venido a intentar solucionar problemas… La cosa es que, si no nos paramos a pensar un poco, igual terminaremos por reconocer que en muchos -demasiados- casos somos parte del problema”.

Geopolítica del lobby. La transformación del poder, la representación y la decisión política lo podemos conseguir en librerías y está accesible en las plataformas más conocidas, desde la Casa del Libro a Amazon o el Corte Inglés. La autora, nos revela que su aporte al conocimiento en materia de Asuntos Públicos radica en que propone una reflexión y un debate. “Me ayudo para ello de autores, de referencias, de ejemplos, de estudios, de mi propia experiencia, que, de alguna forma, me han ayudado a componer la propuesta”. Uno de esos autores es Edward Bernays, publicista, periodista e inventor de la teoría de la propaganda y las relaciones públicas. Y de aquí partimos.

Inicias con una acción liderada por Edward Bernays en la NY de 1929. ¿Con qué acción de lobby la compararías en la España de 2025?

Edward Bernays se bautizó, creo que a sí mismo, como padre de las relaciones públicas. Lo que ocurre es que no deja de ser un personaje controvertido a mitad de camino entre la realidad y la ficción. De todo, mi visión de su aporte es muy positiva, a mí lo que me interesa de Edward Bernays es su visión integradora (comunicación, marketing, psicología y psicoanálisis, etc.), es su comprensión de los procesos de construcción de opinión pública (que nunca son inocentes ni neutros) y su inherente conexión política. Él le añadió, como propuesta, la conexión empresarial, creando su propio despacho profesional, ofreciendo hacer a las empresas lo que había aprendido antes en su trabajo para la Casa Blanca. Se atrevió a llevar la teoría a la práctica y habló de una ingeniería del consentimiento, que no era nueva entonces ni lo es ahora, pero que explica muy bien porque hacemos lo que hacemos o porque reaccionamos como lo hacemos. En el libro doy algunos ejemplos, aunque no los asimilaría a Bernays. Él tuvo sentido en un contexto concreto y desde la caricatura ahora se puede entender mal.

En esta España de 2025, ¿quién crees que sería el o la “Edward Bernays” y por qué?

Uffff… Es que, como digo, Edward Bernays se entiende de muy diferentes formas. Si de lo que hablamos es de la brillantez de la mirada, la comprensión del momento y la definición del problema que tenía entre manos, tengo la suerte de haber trabajado con algún Edward Bernays. Hay muchas y muchos profesionales del sector a quien admiro, porque los he visto en acción o porque los he intuido, y me encantaría coincidir con ellos. Sólo digo que, como sector, estamos en un buen momento.

Dices que el Estado está perdiendo el monopolio de la proposición de temas de debate público. ¿Quién (o quiénes) y cómo los están introduciendo ahora?

Los grupos de interés, cada vez mejor organizados, son lo que están contribuyendo a nuevos debates públicos. Cuando hablo de grupos de interés lo hago en un sentido europeo, esto es, todo aquel, al margen de su personalidad jurídica, que tiene intención de impulsar, frenar o modificar una decisión política, legislativa, regulatoria o administrativa. Eso implica a las empresas y a las asociaciones, a las ONG y a sindicatos o patronales, a la iglesia o a una agrupación de vecinos. Todos ellos, con mayor o menor capacidad de influencia, han querido históricamente proponer temas de debate. Lo interesante es la sofisticación del proceso, por llamarlo de algún modo, que sitúa mejor a unos frente a otros (entendiendo por “otros” también a los Estados) a la hora de lanzar nuevos temas y movilizar en torno a ellos. Si a eso le añadimos la ventaja algorítmica, imagínate. Todo lo que vamos a ir viendo en los próximos meses y años responderá al momento de la historia en el que más y mejor conocimiento van a tener algunos de cómo somos desde un punto de vista agregado, qué queremos, qué tememos o hacia dónde vamos, o podemos ir, en hábitos de consumo, valores o pensamiento.    

Agrupas en siete las tendencias del lobby. ¿Cuáles son, por qué las agrupas de esta manera y cuál crees que es la que más avanza en este momento?

Resumiéndolo mucho, son la desinstitucionalización y las “preeminencias” que se resumen en emocionalidad sobre la racionalidad, consentimiento sobre la coerción, agenda social sobre la política, pragmatismo sobre ideologismo, consenso exógeno sobre endógeno (a las instituciones públicas) y tendencia a temas que compartir varias instituciones competentes. El ejemplo del alquiler de vivienda turística es paradigmático aquí. Unas u otras tienen más o menos peso dependiendo del tema de que se trate. En la tesis lo estudié desde la perspectiva de las políticas contra el cambio climático, las políticas de privacidad y el debate taxi y VTC. A mí, siempre, me gusta especialmente cuando el reto es salir de un bloqueo de decisión convirtiendo en técnico un problema que se ha convertido en ideológico. Esta y todas las que tienen que ver con “consentimiento” son para mí especialmente interesantes.

Una de estas tendencias es la emocionalidad vs. la racionalidad. ¿Cuál es el riesgo, y el beneficio, de que la primera se imponga a la segunda, en una España donde la emoción tiene un papel muy activo?

La emoción simplifica. Hay una economía de recursos enorme si consigues traducir un problema complejo en una emoción o en un arquetipo. Entender la realidad de forma binaria, buenos y malos, por ejemplo, es parte de este mismo proceso. Eso, en un momento tan saturado de información como el actual, es especialmente eficaz. Lo que no digo es que sea bueno. Como tantas cosas que señalo en el libro, no lo juzgo, ni digo si me gusta o no, sólo intento darme cuenta.

Al final planteas que “solo la suma de intereses particulares puede construir un interés general”, entendiendo como tales los públicos y los privados. ¿Qué papel juega el lobby en este proceso y, en España, qué camino hay que allanar para lograrlo?

Esa es la esencia, que los grupos de interés encuentren canales formales y transparentes para trasladarle a las instituciones públicas su perspectiva sobre un determinado tema que les afecta o les puede afectar. Cuanto más diversa sea la participación en los asuntos públicos sobre un tema que afecta a un determinado sector más gana el criterio del decisor y, con ello, la calidad de la decisión finalmente tomada. Escuchar a todas las partes y decidir. La regulación crónicamente prometida puede ser una palanca para, al menos, seguir haciendo la pedagogía necesaria, romper con estereotipos y hacer más comprensible y accesible este ámbito que responde a un interés legítimo de participación política, como dice la OCDE.

Seguiremos Informando…

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