Gema Quintana Bermejo, Account Manager Axicom España
La llegada de la IA y su gran revolución recuerdan un patrón histórico. Pasó con las tarjetas de crédito, los ordenadores, los teléfonos móviles y, por supuesto, con internet, el descubrimiento del fuego en la era digital.
Cada una de estas tecnologías generó inicialmente resistencia, después adopción gradual, y finalmente se convirtieron en elementos indispensables que redefinieron por completo nuestras profesiones e, incluso, nuestras vidas.
Ahora, la inteligencia artificial se suma a esta lista, pero de un modo mucho más sofisticado y poderoso. Es un déjà vu tecnológico, pero a velocidad ultrarrápida. Así lo confirma El I Barómetro sobre el uso y percepción de la IA Generativa en la comunicación corporativa 2025 elaborado por Axicom que señala como tres de cada cuatro profesionales ya la emplean, y un 97% reconoce su impacto significativo. La IA generativa es un pilar estratégico en el presente de la comunicación corporativa, ya no es algo del futuro, sino una herramienta activa y presente en el sector.
Lejos de la preocupación de un reemplazo, la IA se posiciona como un amplificador de las capacidades estratégicas del Dircom que le permite automatizar tareas, permitiendo a los profesionales enfocarse en funciones de alto valor estratégico para las marcas como pueda ser el análisis de tendencias, identificado como clave por el 63,4% de los profesionales, o la personalización de mensajes (60,6%), áreas que demandan interpretación contextual, sensibilidad y visión estratégica, funciones que son puramente humanas.
Sin embargo, existe una brecha formativa en este área, que, en realidad, debemos considerar como oportunidad de liderazgo. Solo el 31% de los profesionales se siente bien formado en IA, mientras que un 70% de las organizaciones carece de políticas claras para su uso.
El Dircom debe liderar el diálogo con la IA estableciendo marcos éticos, formando equipos, diseñando políticas de su uso responsable como función de valor estratégico dentro de la compañía. Y es que la fortaleza de este profesional reside en aquello que ningún algoritmo puede copiar. La empatía para interpretar la información y el contexto, la habilidad para manejar los retos de la reputación y la claridad para hacer que la tecnología vaya de la mano con los valores de la empresa.
La inteligencia estratégica
Aunque el 97,2% de los profesionales afirma utilizar ChatGPT en su día a día, la clave no reside en cuál es la herramienta dominante, sino en la capacidad de combinar diversas tecnologías con un propósito claro. El éxito no es acumular conocimiento sobre plataformas, sino transformar y organizar información de múltiples fuentes en un relato coherente, humano y con personalidad propia, bajo un liderazgo consciente, estratégico y creativo.
Así, surgen perfiles híbridos que fusionan habilidades de comunicación con capacidades de análisis, síntesis de datos y gestión de IA. No se busca automatizar más, sino gobernar mejor. El sector, intuitivamente, ya ha comprendido el quid de la cuestión.
Cuanto más profundicemos en el conocimiento y la aplicación estratégica de la IA, más recursos tendremos para potenciar nuestra profesión, ofrecer un valor único a las marcas y liderar la transformación cultural de las organizaciones. Más que “otra moda tecnológica más”, la IA representa un punto de inflexión que nos está obligando a repensar cómo comunicamos y manejamos la información.
