Este lunes, a partir de las 22:30 horas, DMAX repasa la vida y obra del hombre que sometió a España durante casi cuatro décadas con el estreno de Franco. La vida del dictador en color. Esta serie, compuesta por dos entregas, es un nuevo paso de la cadena en su apuesta por los documentales históricos coloreados tras los lanzamientos de España dividida: La Guerra Civil en color y España después de la guerra: El franquismo en color.
Más allá de la expectación que supone descubrir imágenes personales inéditas del dictador, este espacio vuelve a poner de relieve la importancia del color en la televisión. A través de una cuidada técnica, DMAX ha conseguido traer al presente recuerdos que parecían muy lejanos pero sin desvirtuar el material. “Al principio, nos daba respeto por manipular los archivos pero nos dimos cuenta de que no es un ejercicio gratuito de coloreado, sino que te hace vivir ese momento histórico de una manera más cercana”, recalca Antonio Ruiz, responsable de Discovery en España.
“Te introduce un matiz, te permite mostrar a la sociedad española del momento con toda su riqueza. Cuando ves un desfile de Falange, cambia radicalmente la visión al ver la iconografía, el azul… Es mucho más real”, añade, explicando que esta técnica “nos permite divulgar de una manera mucho más eficaz. Las nuevas generaciones no han crecido ni han tenido una conexión con el blanco y negro y traerlo al color lo hace más relevante”.
Aunque Franco. La vida del dictador en color llega en un momento en el que este tipo de documentales históricos ya están aceptados, Ruiz destaca que no fue fácil apostar por ellos: “Tienes respeto por la obra, te preguntas si transformar el archivo está en línea con ese objetivo de ser auténtico y mostrar una realidad de manera fidedigna. Es algo que valoramos, tuvimos un debate interno sobre si perdería autenticidad pero enseguida nos dimos cuenta de que al contrario, era una oportunidad”.
Dejando a un lado el valor histórico de las imágenes, la mayor aportación de esta nueva serie de DMAX es la contundente apuesta que la cadena realiza por el color, reivindicando su importancia a la hora de construir narrativas audiovisuales. Y lo hace porque no utiliza el color como un elemento más, sino como un factor determinante en su intención de crear un producto más potente y complejo. En palabras de Antonio Ruiz, “esto no está hecho así para que porque sea en color tenemos algo que vender, está hecho en color porque la obra coloreada ganaba en el propósito que tenía: conectar con la gente y vivir más cercana un episodio tan potente de nuestra Historia”.
Otra de las grandes aportaciones de Franco. La vida del dictador en color es que destierra la el prejuicio instalado en el imaginario popular de que colorear imágenes desemboca en un resultado cutre que resta cualidades al producto original, tal y como le sucedió a muchas películas de los cincuenta y los sesenta. “Hubo historiadores que me dijeron que al saber que era coloreado, marcaron distancia. Tenemos una idea del coloreado que tiene que ver con las películas en blanco y negro antiguas en las que no aporta ningún valor sobre la filmografía”, apunta Antonio Ruiz.
El hormiguero se apunta a la moda de la mano de varios ancianos
Con respecto a este tema, el responsable de Discovery realiza otra aportación interesante al señalar que este documental no solo está enfocado a acercar la Historia a los jóvenes, sino que también tiene en cuenta que la gente mayor nunca ha podido observar estas imágenes en color. Este punto conecta con uno de los últimos vídeos de El hormiguero en el que una serie de ancianos rememoran fotografías de su juventud y después las observan en color, lo que les lleva a realizar un inesperado y emocionante viaje por su memoria.
Jordi Moltó, responsable del vídeo y guionista del programa, coincide con Antonio Ruiz al destacar que este tipo de técnicas “devuelve el pasado al presente”. “Sacó a la luz detalles imperceptibles, incluso hizo que ellos se acordasen de algunas prendas de ropa”, indica, confesando que sacó la idea para el vídeo de los documentales en color que ha estrenado últimamente DMAX.
Para dar forma a Franco. La vida del dictador en color, la cadena temática optó por colorear un centenar de fotografías y más de 120.000 fotogramas a partir de las bobinas de 16 y 35 milímetros conservadas en la Filmoteca Española, realizando un total de 25.000 referencias de color para acabar restaurando y digitalizando en 4K un total de 369 materiales fílmicos de los más de 750 restaurados. Por su parte, Moltó recurrió a ColouriseSG, una aplicación gratuita del gobierno de Singapur cuya efectividad es bastante alta, lo que facilitó la tarea al equipo técnico de El hormiguero, que solo le tuvo que dar una segunda pasada a algunas de las imágenes. Dos técnicas diferentes que tienen un objetivo común: poner en valor el color como un elemento que derriba barreras generacionales.
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