Ni el vestido de Cristina Pedroche puede ecliparse durante la noche del 31 de diciembre. José Mota volverá a ser el encargado de animar el último prime time del año de La 1, un encargo que recibe por 20ª vez, de la mano de 31-D: Un golpe de gracia, un especial en el que reunirá a medio centenar de cómicos con el objetivo de tomar el Congreso de los Diputados para imponer el humor como arma de construcción masiva.
Cuestionado acerca de cómo le llegó la inspiración para elaborar este especial, el manchego explica que “toda parte de la idea de que a la gente de la calle se le ha robado parte de la sonrisa con toda la crispación que hay, así que los cómicos quieren dar un paso al frente para intentar devolver al pueblo soberano la sonrisa que le han arrebatado”. ”Me vino la idea por el hastío personal de no querer hacer más comedia política porque, aunque este año todo ocurre en el Congreso de los Diputados, es en el que menos parodia política hay”, añade.
Entre los humoristas que forman parte del elenco del espacio destaca la presencia de Millán Salcedo y Josema Yuste. “Millán y yo establecemos unos lazos muy estrechos hace dos años, tenemos una relación muy bonita, y de Josema hace muchos años que soy amigo. Le conté a Millán que había hecho un personaje para él que era Millán del Bosch pero no pudo hacerlo porque todavía estaba recuperándose pero sí ha venido con Josema a cerrar el especial conmigo”, indica, confirmando que compartirán plano los tres.
Al hilo de la intervención de Salcedo en el especial de Nochevieja de La 1, José Mota aclara los rumores que apuntaban a una mala relación con el humorista: “Hubo malos entendidos que, afortunadamente, Millán y yo hemos aclarado y, hoy en día, es uno de mis mejores amigos. Aparte de admirarle como cómico, es una persona a la que quiero y respeto muchísimo. Son dos genios del humor, han sido mi referente”.
Pese a que contará con un sinfín de personalidades mediáticas, el especial no albergará la presencia de ningún político. “Los procesos de captación de políticos hacen que la agenda de producción del programa se ralentice demasiado y que todo esté pendiente de algo que sí, me va a aportar pero las dificultades me restan más que me suman”, explica, remarcando que “las nuevas hornadas de políticos han abrazado esto más, han pensado que la comedia, lejos de ser algo que nos traiga historias negativas, es todo lo contrario, nos acerca al pueblo y hace que empaticemos más con la gente”.
Tampoco ninguno intervendrá ninguno de los miembros de la Casa Real, a los que Mota no ha llegado a tentar dado el hermetismo que siempre les acompaña: “Imagino que andarán muy liados… La verdad que no lo he pensado, indirectamente lo descarto porque es imposible. Ahora, estaría encantado, el humor es algo a lo que todos tenemos que abrazar sin miedo ninguno”.
“Si tuviera tiempo, participaría en TCMS“
Más allá de los humoristas que acompañen a Mota en 31-D: Un golpe de gracia, el especial destaca por atreverse a bromear con un golpe de Estado en un momento en el que la extrema derecha se ha consolidado como una de las fuerzas políticas más potentes del hemiciclo. El comunicador no teme a la críticas y remarca que no se trata de “una parodia directa aunque sí que recojo ciertos iconos de aquello”. “El objetivo es quitar hierro a lo que nos agrede y proponer que el humor es un bálsamo maravilloso para coser heridas y calmar. Mi propuesta es humor para recuperar parte del sentido del común perdido”, asevera.
Los cambios en La Moncloa y en los despachos de Torrespaña no han afectado a José Mota, que se mantiene como uno de los grandes referentes de TVE junto a Anne Igartiburu y Ana Blanco. A la hora de confesar la clave de su continuidad en la cadena pese a los vaivenes que pueda experimentar la dirección de la Corporación, el cómico resalta que ha entendido que “el humor vuela por encima de los ideales políticos”. “Ni me han pedido favores ni yo se los he pedido a ningún político”, remarca, aclarando que, pese a la insistencia de parte del público, no quiere definirse políticamente en público: “Me apetece ser una voz libre”.
Además, descarta regresar próximamente a la televisión con un proyecto del corte de La hora de José Mota: “En este momento, me apetece volcar mi tiempo en la ficción. Llevo muchísimos años haciendo programas semanales y me apetece hacer otras cosas también. Mantengo fin de año porque es un momento en el que puedo dedicar más tiempo que en un programa semanal para hacer una obra más redonda”.
Por último, no cierra la puerta a una posible participación en Tu cara me suena, aunque la incompatibilidad de horarios se erige como un problema de cara a su fichaje por el talent de Antena 3: “Me gustaría mucho pero tengo proyectos que coinciden en el tiempo y, en este momento, me es imposible ir. Es un formato que me parece muy entretenido y, si tuviera tiempo, participaría”.
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