Las series turcas aterrizaron en los canales temáticos de España, como Divinity o Nova, con buenos resultados, pero nadie se había atrevido a llevarlas a las principales cadenas generalistas en abierto. En el verano de 2020, fue Atresmedia la que apostó por emitir ‘Mujer’ en Antena 3 como primera toma de contacto, antes de llevarla a Nova.
El buen recibimiento de la serie y las crecientes subidas de audiencia la mantuvieron en la cadena principal, hasta que se despidió hace pocos días con una media de dos millones de espectadores y el 16,9% de cuota de pantalla. Tras el éxito y los buenos resultados, Antena 3 ha seguido apostando por un producto “bonito y barato”.
La escalada de las series turcas en Antena 3
Después llegó ‘Mi hija’ que, en la temporada 2020-2021, se ha colocado como la serie más vista de toda la televisión de España. ‘Inocentes’ ha sido la siguiente apuesta y ya reúne a unos 1.200.000 espectadores, consiguiendo unas cuotas que superan el 12%.
Por último, ‘Tierra amarga’, que llegó para ocupar el hueco que dejaba libre el concurso ‘¡Ahora caigo!’ en Antena 3. Desde su estreno, la serie ya ha superado varias veces los 1.300.000 espectadores y se maneja en cuotas que van del 14% y 16%.
La expansión de las series turcas en el horario de tarde ha llevado a Antena 3 a hacer frente al consolidado ‘Sálvame’ de Telecinco, llegando a batir un nuevo récord de share con el 16,4% y 1.408.000 seguidores. De esta manera, ‘Tierra amarga’ ha liderado en su franja, convirtiéndose en la pesadilla de Mediaset.
Telecinco lleva 35 meses como líder de la televisión española, ahora esto podría cambiar gracias al éxito de ‘Tierra amarga’. Si, a partir de septiembre, la serie sigue manteniendo el ritmo, Antena 3 podría tener opciones de ganar a la cadena de Mediaset en la guerra de las audiencias mensuales.
¿Cuál es la clave de su éxito?
Está claro que se trata de dramas plagados de historias de traición, secretos, revelaciones, amores imposibles o conflictos con tramas vinculadas a las emociones de los protagonistas. Por no hablar del desarrollo de la historia, tremendamente pausado, con el objetivo de alargarla lo máximo posible en el tiempo.
También es interesante mencionar el poder de los niños en estas telenovelas. En su mayoría, resultan adorables a los ojos de la audiencia, algunos son tiernos y dulces, pero otros tienen detrás una triste y rocambolesca historia. Por otro lado, está claro que se trata de una opción de bajo precio para las cadenas de televisión, sobre todo si lo comparamos con el presupuesto de la ficción de producción propia.
Según un informe de la consultora Dos 30′ a partir de datos de Kantar Media, el espacio que ocupan las series turcas ha pasado de 461 horas de emisión en 2018 hasta las 3.286 horas que se emitieron en 2020. Ahora, Turquía se ha convertido en el segundo mayor exportador mundial de ficción televisiva, sólo por detrás del gigante de Estados Unidos.
Y, aunque es posible que se trate de una moda pasajera, deberíamos tenerla muy en cuenta porque, si las series turcas gustan tanto a la audiencia, por algo será…
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