María Eizaguirre consiguió volver a ser la comidilla por su ansia de protagonismo. La directora de Comunicación y Participación de RTVE, sobre la que ya corren todo tipo de comentarios acerca de su deseo de figurar al mismo nivel que actores y profesionales del mundillo televisivo, sorprendió a todos al dar un paso más en la presentación de la programación navideña de TVE.
Y es que Eizaguirre, según fuentes presentes en el evento celebrado en el Hotel Four Season de Madrid, apareció en escena como si fuera una “estrella más”, ataviada con sus mejores galas -vestido largo cargado de plateados- y al lado de Ana Obregón.
La aparición, sorprendente en una ‘dircom’ pero no tanto con los precedentes que ha creado la propia Eizaguirre, causó sensación, desde luego. Pero acabó de rematar a los presentes cuando anunció, en calidad de presentadora del acto, que tendría una escena en el clásico ‘Telepasión’ navideño de la cadena pública.
La “burbujita” de RTVE, como ya empezó a ser conocida en la Corporación tras cómo actuó en la presentación, ha implantado un nuevo estilo que ha roto con la discreción habitual en el cargo de ‘dircom’. Lejos de realizar su labor de ‘fontanería’ de manera discreta, Eizaguirre está operando, según señalan en la Corporación, de una forma que tiene más de promoción personal que de labor de Comunicación propiamente dicha.
Como ya señalamos en su momento, Eizaguirre ya venía levantando suspicacias por su empleo del camión de ‘La gran consulta’ -una iniciativa muy discutida dentro del Ente- para su promoción personal.
De hecho, hay quienes no descartan que este tipo de asuntos puedan colmar la paciencia en determinados estamentos internos, que preferirían ver a la ‘dircom’ de la Corporación más preocupada -por citar un ejemplo reciente- por contrarrestar las críticas a ‘Masterchef’ tras el suicidio de Verónica Forqué que por hacer un posado ante las cámaras.
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