Es lo que se denomina el efecto de rebote o efecto “yoyó”, puesto que hay personas susceptibles y otras, el contrario, resistentes a los beneficios de un plan para adelgazar. En buena medida la respuesta a una dieta de adelgazamiento está predeterminada ciertas características de cada individuo.
Esto es lo que ha investigado un equipo del Complejo Hospitalario de Santiago (CHUS) al estudiar a 104 pacientes con sobrepeso, y cuyos resultados han sido publicados en la revista científica “Journal of Clinical Endocrinology and Metabolism”. Los expertos analizaron en sangre los niveles de hormonas como la grelina, la leptina y la insulina en la recuperación del peso después de una dieta hipocalórica. Transcurridas ocho semanas, en el grupo que recuperó más del 10% del peso perdido se hallaron unos niveles de leptina mayores y unos niveles de grelina menores. Curiosamente, no se observaron diferencias en los niveles de insulina. Sí se halló una influencia específica de grelina en los hombres y de leptina en las mujeres.
Los autores del trabajo sugieren que los niveles en sangre de estas hormonas pueden determinarse antes de someterse a regímenes para perder peso. Si se encuentran niveles altos de leptina y bajos de grelina, esos pacientes son más susceptibles de recuperar el peso perdido a corto plazo. De ahí que los endocrinólogos y nutricionistas deberían tener esto en cuenta y diseñar un programa especial, según recomiendan los autores del estudio.
Mayka Sánchez