El pasado 30 de septiembre por consenso pleno el grupo de 150 naciones participantes en la más reciente edición de MONDIACULT, realizaron por unanimidad una ambiciosa Declaración por la Cultura. La misma señala que la cultura es un “bien público mundial”. Además una marca una hoja de ruta común para reforzar las políticas públicas en este ámbito.
Al respecto, Audrey Azoulay, Directora General de la UNESCO explica: “la cultura desempeña un papel fundamental en nuestras sociedades. A través de ella, cada uno puede descubrir su humanidad común. Además convertirse en un ciudadano libre e ilustrado. Es la columna vertebral de nuestra sociedad. Y, sin embargo, todavía no ocupa el lugar que se merece en las políticas públicas y en la cooperación internacional. MONDIACULT 2022 es una poderosa señal para cambiar esta situación. La Declaración adoptada hoy es un compromiso de acción“.
MONDIACULT 2022, es la mayor conferencia mundial dedicada a la cultura. En su más reciente edición ha reunido a casi 2.600 participantes durante tres días en Ciudad de México. En este encuentro los Estados piden la integración de la cultura “como un objetivo específico por derecho propio” entre los próximos Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.
El acuerdo logrado en MONDIACULT
El texto adoptado por los Estados define un conjunto de derechos culturales que deben ser tenidos en cuenta en las políticas públicas. Los mismos van desde los derechos sociales y económicos de los artistas. Esto pasando por la libertad artística, hasta el derecho de las comunidades indígenas a salvaguardar y transmitir sus conocimientos ancestrales. Además la protección y promoción del patrimonio cultural y natural.
También pide una regulación sustancial del sector digital, en particular de las grandes plataformas. Esto además en beneficio de la diversidad cultural en línea, la propiedad intelectual de los artistas y el acceso equitativo a los contenidos para todos.
En el marco de este encuentro, Audrey Azoulay anunció la creación por parte de la UNESCO e INTERPOL de un museo virtual de bienes culturales robados. Será una herramienta educativa y pedagógica, para que los ciudadanos puedan conocer la historia de estas obras. Al mismo tiempo una herramienta de investigación para las personas que tengan dudas sobre el origen de un elemento. Se pondrá en marcha de aquí a 2025.