El pasado 30 de noviembre, el Concejo de Medellín eligió su nueva mesa directiva. Esto sucedió en medio de un ambiente de tensión entre los aliados del gobierno y sus opositores. El periodista del medio Área Metro, Miguel Osorio Montoya, cubrió la actividad y al finalizar la misma terminó hostigado por un grupo de concejales.
Al iniciar la actividad el periodista Miguel Osorio encendió su grabadora y la puso sobre una de las mesas del Concejo. La intención era tener un registro de la sesión. Mientras tanto, se dedicó a la redacción de la información usando para ello su móvil. Además en algunos momentos se distanció para realizar algunos avances y reportes de la noticia y subirla al medio digital. Entre tanto la grabadora se mantenía encendida.
A mitad de la tarde el presidente del Concejo, Lucas Cañas (Conservador), hizo un receso de siete minutos para que el equipo jurídico de la corporación tomara una decisión sobre la elección que estaba en curso. Los concejales Carlos Mario Romero (Movimiento Independientes), Lina García Gañán (ex Centro Democrático) y Juan Ramón Jiménez (Conservador) se sentaron a discutir cerca de donde estaba la grabadora. Posteriormente Jiménez tomó la grabadora y preguntó de quién era.
Miguel Osorio Montoya acudió hasta donde estaban los concejales y les explicó que les pertenecía y que como era costumbre estaba grabando la sesión. De inmediato le solicitó al concejal Juan Ramón Jiménez que se la diera, pero el funcionario público se negó a devolverla y se la entregó a su colega Lucas Cañas. Este, a su vez, entregó el aparato a la Policía y dijo que quedaba “decomisada”. Además lo acusaron de espionaje.
El concejal Carlos Romero señaló a los cuerpos de seguridad que la grabadora había sido puesta en el momento en que estaban reunidos, una acusación falsa, pues la grabadora estaba ahí desde el inicio de la sesión. Prueba de ello es que la grabación quedó registrada por más de una hora.
Hasta la fecha las autoridades no le devuelven el equipo al periodista.
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