Veinte años después de la primera vez, Luiz Inácio Lula da Silva asumió este domingo la Presidencia de Brasil frente a un centenar de jefes de estados de distintos países. La ceremonia de toma de posesión contó con una vasta operación policial, que movilizó a unos 15.000 agentes de todos los cuerpos de seguridad del Estado. Esto debido a las amenazas de grupos violentos de la extrema derecha bolsonarista que no reconocen la victoria de Da Silva.
El rey Felipe formó parte de la docena de jefes de Estado que estuvo presente en el relevo de la presidencia brasileña. Lula regresa después de cuatro años de mandato de Jair Bolsonaro, a quien derrotó con un ajustado 50,9% de los votos en las elecciones celebradas en el mes de octubre.
Lula estuvo en el poder durante dos períodos consecutivos, entre 2003 y 2010. Ahora regresa a la Presidencia a los 77 años. Ello tras una durísima campaña electoral en la que derrotó en segunda vuelta y por escasos 1,8 puntos porcentuales al ultraderechista Jair Bolsonaro.
Es la primera ocasión en la que Felipe VI viaja a Brasil desde que relevó en el trono a Juan Carlos I en junio de 2014. La última vez que lo hizo fue en 2011, tres meses antes de la abdicación de su padre. Cuando asistió como príncipe de Asturias a la investidura de Dilma Rousseff. Felipe VI también estuvo en Brasilia en 2003 cuando Lula da Silva asumió el poder en su primer mandato.
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