La falta de regulación, unida al desconocimiento, ocasiona que los españoles identifiquen lobby con una actividad oscura. Efectivamente, la Real Academia Española define lobby con un escueto ‘grupo de presión’, lo que sin duda otorga al término una connotación negativa ya de entrada. Sin embargo, atendiendo a una definición más amplia de la actividad lobbista, puede decirse que el lobby es un colectivo de personas con intereses comunes que realiza acciones dirigidas a influir ante la Administración Pública para promover decisiones favorables a los intereses de ese sector concreto de la sociedad.
Normalmente, se tiende a pensar que sólo las empresas son las que realizan este tipo de presiones sobre los poderes públicos. Primer error. “Ejercen presión ONG, sindicatos, universidades, despachos de abogados…”, enumera Daniel Ureña, socio director de MAS Consulting, durante la presentación de su paper ‘El auge del lobby en España en el nuevo escenario político’. El paper, presentado este jueves en el Senado, ha sido impulsado por ACOP (Asociación de Comunicación Política).
Durante el acto se ha reivindicado la necesidad de que la actividad del lobby se regule finalmente en nuestro país y Ureña ha asegurado que la veremos en esta legislatura. Efectivamente, el lobby es la asignatura pendiente en el ámbito jurídico español. Tal y como se ha defendido, la libre concurrencia de intereses tiene cabida en un sistema democrático sano. Así, la legislación tendría que hacer aflorar la actividad de lobby que llevan a cabo muchos grupos y, muchas veces, no es una información muy pública.
La transparencia juega un papel fundamental, tanto para la regulación como para mejorar la imagen que se tiene del lobby. Daniel Ureña así lo ha indicado: “Frente a los que ven el lobby oscuro y con recelo, la transparencia es el mejor antídoto”. En este sentido sí se ha dado algún paso en nuestro país. En febrero de este mismo año, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) instauró un registro de lobbies. Tal y como ha resaltado Ureña, “el lobby es una excelente herramienta para dar poder a la sociedad civil”, no sólo sirve para aupar y defender “grandes multinacionales”.
En cuanto al escenario político inédito que vive España actualmente, el socio director de MAS Consulting ha expuesto que “supone una gran oportunidad para el lobby”, ya que éste en España “está creciendo y está cambiando”. Y así lo demuestra en los diez puntos en torno a los cuales se organiza el paper que ha presentado.
Destacan, sobre todo, que esta será la legislatura de la negociación, el diálogo y los pactos, así que cada propuesta deberá ser discutida entre mucha más gente. El lobby debe moderar las discusiones. Además, el Congreso se ha llenado de nuevos interlocutores, diputados que debutan con esta legislatura, lo que se convierte en un desafío y una oportunidad para todos los que hacen lobby, ya que deben conocerlos a todos.
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