Los políticos han descubierto cómo internet puede ayudarles a ganar (o perder) unas elecciones. La gestión de la reputación online es un aspecto clave en la gestión de la imagen de los candidatos. Sin embargo, la corruptela política también ha llegado a la gestión de los contenidos de los políticos en Internet. Donal Trump y su campaña de ‘fake news’, el escándalo del presidente de la Región de Murcia, Pedro Antonio Sánchez, o algunos de los contratos de la trama del ‘Caso Púnica’, ponen en evidencia la obsesión de los políticos por conseguir mejorar su reputación online a cualquier precio, incluso a costa del bolsillo del contribuyente.
Borja González de Mendoza, COO y cofundador de Sentisis, firma tecnológica especializada en análisis semántico, aseguraba en ‘El Programa de Ana Rosa’ de Telecinco que “el 90 % de los políticos gestionan su reputación online”. Esta afirmación la realizaba en medio de un debate en el que se analizaba la investigación al presidente de la Región de Murcia, Pedro Antonio Sánchez, dentro del Caso Auditorio. La razón por la que Sánchez está siendo investigado y está en peligro su continuidad al frente del gobierno murciano, está precisamente en la gestión de su reputación online. El popular fue grabado mientras en cuatro reuniones en la época en la que era Consejero de Educación y aspiraba a ser candidato a la presidencia. El objetivo era contratar a la empresa Eico para gestionar su reputación online y “lavar su imagen”.
Pedro Antonio Sánchez ha sido uno de los candidatos autonómicos del Partido Popular que más apego ha tenido a Internet, especialmente a las redes sociales donde ha sido uno de los mayores precursores en el uso de las redes sociales como armas para recabar votos dentro del PP. El contrato para mejorar la reputación online de Pedro Antonio Sánchez, estimado en 3.000 euros al mes más 1.000 euros para un periodista encargado de la elaboración de contenidos según se desprende de unas grabaciones publicadas por la Cadena SER, ha puesto contra las cuerdas al ahora Presidente de la Región de Murcia, ya que este trabajo se realizaría dentro de la Consejería de Educación murciana y, por tanto, con dinero público. Ahora Pedro Antonio Sánchez se enfrente a una moción de censura que estudia la Asamblea Regional de Murcia que podría apartarle del poder y acabar con su carrera política.
¿Pueden los políticos gestionar la reputación online?
Igual que empresarios o personajes famosos, no hay ninguna ley que prohíba a cualquier tipo de personalidad pública gestionar su reputación online. El problema, según apuntaba Borja González de Mendoza desde Sentisis, es cuando en las licitaciones públicas los objetivos de la administración pública que contrata estos servicios de posicionamiento y escucha online no son los de analizar la labor de la institución sino de las personas que están al frente de la misma y el uso partidista de este tipo de servicios. Si mientras en la publicidad institucional es más fácil discernir los objetivos de las piezas creativas, en el caso de la reputación online es más difícil diferenciar cuándo el trabajo ayuda a la administración y cuando lo hace para mejorar la propia imagen del político.
Cada vez más consultoras de comunicación y marketing online ofrecen este tipo de servicios de posicionamiento de la imagen de empresarios y personajes públicos. Y es que la gestión de la reputación del CEO o máximo ejecutivo de las compañías también transfiere reputación a la misma compañía. Desde agencias de comunicación confiesan que este servicio es uno de los que más ha crecido en los últimos años, porque todos los directivos quieren que su imagen permanezca impoluta en el entorno online. El COO y cofundador de Sentisis aseguraba en ‘El Programa de Ana Rosa’ que hace años “tan solo un 5% de los políticos confiaba en la gestión de su reputación online”, sin embargo, hoy es un ámbito indispensable dentro de una estrategia de comunicación de un candidato político.
‘Fake News’ y cómo Trump gestionó su campaña ganadora
Uno de los éxitos de la inesperada victoria de Donald Trump en las pasadas elecciones estadounidenses fue, precisamente, el posicionamiento de noticias positivas a favor del candidato. Trump, según los expertos, fue el auténtico promotor de lo que después su administración ha venido en llamar ‘fake news’. Las investigaciones sobre las informaciones en pro del candidato republicano apuntan a una ciudad en Macedonia, Veles, informaba la BBC en un reportaje. Desde esta pequeña ciudad se elaboraron cientos de noticias positivas acerca del Presidente de Estados Unidos que luego eran ‘targeteadas’ en Facebook a audiencias de Estados Unidos, que comenzaron a ‘viralizarse’ a través de las redes sociales. La pregunta del millón es quién pagaba a estos –la mayoría jóvenes– escribas del siglo XXI. Aquí las teorías se bifurcan entre los responsables de la campaña del republicano, y otras teorías que apuntarían al gobierno del Kremling el encargado de pagar esta campaña de reputación online en favor de Trump.
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