Francisco Rosell, director de El Mundo, ha pasado este miércoles por el Foro de la Nueva Comunicación para realizar un balance de los primeros días del nuevo modelo del periódico. El responsable del medio ha sacado pecho, recordando que comanda “el primer gran periódico generalista que afronta en España la ineludible asignatura de un modelo freemium”. “A nadie se le escapa que nada es gratis y, si se presenta como tal, es a costa de la devaluación del rigor y de la calidad de sus contenidos, que deben ser preservados por profesionales solventes que garanticen el derecho de los ciudadanos a estar bien informados”, ha añadido.
Rosell ha querido poner en valor la importancia que ha tenido El Mundo desde su nacimiento, apuntando que “la historia reciente de España no se puede entender sin asomarse a sus páginas”. Además, el directivo ha destacado la labor que realizan los periodistas del diario que a través de un curioso símil: “La redacción de El Mundo, igual que los buenos toreros, no necesita enseñar las cicatrices de sus cornadas como hizo Jesulín de Ubrique hace unos años en un conocido canal de televisión”.
Con respecto al muro de pago que ha implantado recientemente El Mundo, el responsable del periódico ha hecho una valoración positiva de los primeros días de esta nueva iniciativa. Pese a recordar que se trata de un análisis “prematuro” debido al escaso tiempo que ha pasado desde que se puso en marcha, Rosell ha destacado que el arranque de esta fórmula freemium “ha cubierto las expectativas”.{wbamp-show start}
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“Nos sorprendió que abrimos el modelo a las 6:00 horas y a las 6:25 horas ya teníamos los primeros suscriptores; a partir de ahí, ha sido un río constante. No quiero tentar a la suerte pero son resultados satisfactorios que van en la línea de lo que nos habíamos marcado y nos anima seguir en esta carrera de fondo”, ha revelado el periodista.
Para terminar, Francisco Rosell ha realizado una valoración sobre El director, el libro en el que David Jiménez cuenta su experiencia como responsable de El Mundo. “Si no recibes presiones, tu medio no merece la pena. Todo el mundo intenta condicionarte pero ahí está el director, que debe ser un pararrayos que aguante la presión”, ha aseverado, confesando que no se ha leído la obra “por respeto a mí mismo”. “Me sorprende que se presente como héroe de batallas que no ha dado”, ha rematado.
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