La Asociación de Editores de Diarios Españoles (AEDE) ha comenzado oficialmente este jueves 18 de mayo una nueva etapa que incluye cambio de estatutos e incluso un rebranding. Desde ahora el organismo pasa a llamarse Asociación de Medios de Información (AMI) en un primer paso hacia la posible llegada de nuevos miembros que no sean exclusivamente los tradicionales en el sector de la prensa. Esto supone abrir la puerta principalmente a los medios digitales nativos y gratuitos (de pago o no), uno de los asuntos que más debates ha propiciciado en la ya antigua AEDE.
La irrupción de estos nuevos actores no terminaba de ser bien vista por algunos de los editores históricos de prensa, que les veían como posibles rivales e incluso como una ‘amenaza’ para sus negocios digitales cada vez más auge. Sin embargo, la Asociación tenía la necesidad de tomar una decisión. O daba un paso al frente abriendo el organismo a todos los medios -lo que implicaba además cambiar sus estatutos y objetivos fundacionales- u optaba por seguir siendo la patronal tradicional de la prensa.
En este sentido las posturas han ido cambiando con el paso del tiempo en el seno de la extinta AEDE. Uno de los principales impulsores, entre otros, de abrir la asociación a los medios digitales ha sido el que se ha convertido en el nuevo presidente de la AMI. Javier Moll, máximo dirigente de Editorial de Prensa Ibérica, ha tomado el relevo de José Luis Sainz, consejero Delegado de Prisa, persona que ha ocupado este cargo durante los dos últimos años.
En diciembre y tras muchas negociaciones y ‘presiones’ el conjunto de miembros de AEDE anunció durante su jornada anual la creación de una Comisión especial que reformulase sus estatutos y sus órganos de gobierno. Con el nuevo texto la puerta ha quedado abierta para los diarios digitales. No obstante, por el momento ninguno se ha interesado de manera formal por su incorporación a la AMI y no se espera que se produzcan cambios al respecto en el corto plazo. Las dudas sobre el interés de los digitales en formar parte de la Asociación parecen ya más que evidentes. Fuentes de la propia AMI también señalan a este diario que la refundación no implica en ningún caso la llegada de nuevos miembros, sino que sólo persigue la modernización de una organización nacida en 1977.
Lo que sí está claro es que la nueva junta directiva de la AMI estará abierta a todos los responsables de sus asociados, mientras que su nueva comisión ejecutiva no hace más que refrendar el control de los grandes grupos y estará presidida por el propio Javier Moll junto a las vicepresidencias ocupadas por Juan Luis Cebrián, presidente del Grupo Prisa; Luis Enríquez, consejero Delegado de Vocento; Fernando de Yarza, presidente de Henneo y Antonio Miguel Méndez Pozo, presidente de Promecal.
Javier Moll, como primer presidente de la AMI, ha abogado por luchar contra las llamadas ‘noticias falsas’ y por intentar recuperar la credibilidad que han perdido los medios entre la ciudadanía. Además, Moll también ha expresado la necesidad de crear espacios de encuentro entre periodistas y editores con el objetivo de poder abordar juntos nuevos modelos de futuro para el sector y la formación de un ente específico similar al de la WAN.
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