Las alarmas han vuelto a sonar en el seno de la Cadena SER. El miedo a nuevos despidos se ha instalado en las emisoras de la principal cadena de Prisa Radio en España. El motivo no es otro que los últimos despidos acontecidos esta semana en SER Vitoria y SER San Sebastián y que han dejado en la calle a cuatro profesionales históricos. Las consecuencias no se han hecho esperar y la decisión ha sido drástica: una huelga de 24 horas el próximo jueves 28 de mayo en todas las emisoras del País Vasco.
La decisión y las protestas iniciadas por Cadena SER País Vasco han sido respaldadas por el Comité Intercentros y por muchos de sus compañeros de otras provincias como Radio Madrid. Reunidos en Asamblea en la tarde de ayer los trabajadores de la emisora en la capital han acordado tomar una serie de decisiones para reiterar su apoyo a los despedidos. La primera es realizar concentraciones diarias a las 12:05 horas ante los despachos de la dirección de la SER encabezada su nuevo director General, Vicente Jiménez, y Antonio Hernández Rodicio.
También volverán a portar el lazo amarillo en señal de solidaridad con todos los compañeros despedidos en los últimos meses y llevarán a cabo una huelga de firmas el próximo jueves 28 coincidiendo con la que llevarán a cabo en Cadena SER País Vasco. Adicionalmente han solicitado una reunión con la dirección y un permiso para concentrarse ante el Circo Price el 2 de junio coincidiendo con los actos de celebración de los 90 años de Radio Madrid.
Como es lógico el miedo se ha instalado de nuevo en los trabajadores de la Cadena SER, máxime cuando desde la dirección en la capital se les había prometido que no habría nuevos despidos en un futuro próximo. Desde los despachos de Gran Vía 32 se tranquilizaba a la plantilla apuntando que con la polémica salida en febrero de una docena de profesionales históricos todos los ajustes estaban realizados. Ante los nuevos despidos la Asamblea de trabajadores ha aprobado la creación de un protocolo de protesta ante la posibilidad de que produzcan nuevas y drásticas decisiones por parte de la empresa.
El nombramiento de Vicente Jiménez como director General había calmado los ánimos de unos trabajadores que ahora temen un nuevo goteo de despidos, especialmente en el ámbito local donde la publicidad se ha ido recuperando en los últimos meses. Una incongruencia que se suma a los sorprendentes resultados positivos de Prisa en el primer trimestre de 2015.
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