Tardamos una media de tres años en romper con nuestro smartphone y cambiarle por otro más joven y actual. Cada vez somos más ‘fieles’ a ellos: así lo ha rebelado un estudio realizado por la consultora Kantar Worldpanel.Los constantes lanzamientos y actualizaciones –tanto de software como del dispositivo en sí- hacen que el consumidor se muestre a la espera constante de las próximas grandes novedades. Prueba de ello son los usuarios de iPhone: siempre a la espera del próximo modelo, haciendo colas en las puertas de las tiendas el día de su lanzamiento… Unos fans incondicionales de sus terminales.
A ello se suma que siete de cada diez personas disponen de móviles inteligentes. Algunos son infieles y, reconocen que poseen varios. Es quizá por ello que el mercado de la telefonía móvil ha crecido tantísimo en los últimos años. Pero no todo va a ser color de rosa. Se prevé que tanto amor a la telefonía móvil, sumado a los ciclos de vida cada vez mayores de los dispositivos, lleven a este sector a menguar sus cifras. Incluso, a agotarse. ¿Te lo imaginas?
¡Tranquilos! Que no, la era smartphone no va a acabarse tan rápidamente. Aún quedan usuarios despistados que no poseen teléfonos. A ellos van dirigidos los esfuerzos de las marcas por pasarles al lado oscuro, como crear smartphones con un precio igual al de un par de calcetines. Pero si ya son propietarios de smartphone, lo mejor es apostar por la innovación y fidelización del cliente. Samsung y Apple se llevan la palma al ser las marcas con más ‘amores’ entre sus usuarios.
Pero la gran carrera por el consumo en este sector se extiende más allá. Crear wearables para conectar al teléfono, o controlar a través de nuevos software electrodomésticos como la televisión o la videoconsola hace que sea posible ampliar las miras del mercado y poner los dientes largos al consumidor. Ponerle la miel en los labios y se atreva a romper con su pareja electrónica. Más de una ‘relación’ habrá roto por culpa de la MWC 2016, presentando nuevos caprichos para todos.
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