A partir de este sábado, Boris Izaguirre se pone al frente de Prodigios, el nuevo talent infantil de La 1 que buscará a los principales talentos de España en materia de canto, danza e instrumental. Pero el venezolano no estará solo, ya que Paula Prendes le ayudará en las tareas de conducción y Andrés Salado, Ainhoa Arteta y Nacho Duato ejercerán de jueces.
“Prodigios es un programa auténtico”, asegura Boris, que apunta a que la clave del formato es “la humanidad y la sinceridad que transmite”. “Se basa en disciplinas artísticas que creemos que no compartimos cotidianamente, algo que no es verdad porque la música clásica, la lírica o el ballet están en nuestras vidas mucho más de lo que pensamos y, a través de este espacio, vamos a descubrir cuán próximas a nosotros son”, añade.
Cuestionado por el papel del jurado, Izaguirre sorprende afirmando que los jueces “son casi más histriónicos que yo, chupan de mí el histrionismo y el desenfado y lo llevan a niveles”. “Ainhoa es la vida en mayúsculas, Nacho es virtuosismo y Andrés es muy cariñoso y humano, va a ser un descubrimiento televisivo”, revela el comunicador.
Su elección sorprendió a parte de la audiencia debido a la naturaleza de sus anteriores trabajos en el medio pero Boris se encarga de tranquilizar a los espectadores, confirmando que “lo caótico ha quedado más organizado”. “Es cierto que el presentador sirve como puente entre el programa y la audiencia, así que he estado muy dúctil para conseguir ser un buen puente”, apunta, subrayando que está “muy bien rodeado”.
“Tuve un instinto y pensé que, si no me transformaba, me iba a convertir en pretérito”
Aspectos como la presencia de una orquesta tan destacado, el lleno absoluto vivido en el auditorio del Centro Cultural Miguel Delibes de Valladolid durante todas las grabaciones o el trabajo realizado por el equipo imponían “un enorme respeto” al escritor. “Los años haciendo televisión me han ayudado mucho para este trabajo, en el que he sabido escoger qué momento tenía que ser histriónico y cuál debía ser menos caótico”.
Con respecto al “segundo tren” que supuso MasterChef Celebrity 3 en su vida profesional, Boris asegura que las consecuencias han sido “fantásticas”: “Por un lado, pienso que tengo una trayectoria pero, por otro, creo que tengo la posibilidad de hacer una nueva trayectoria. El secreto de todo es seguir tu instinto. Tuve un instinto y pensé que, si no me transformaba, me iba a convertir en pretérito, una figura vinculada a algo que pasó”.
Para terminar, Boris Izaguirre asegura que le gustaría ver en la cuarta edición del talent culinario a Ana García Obregón y que muchos amigos han contactado con él ante la posibilidad de participar en el espacio de La 1, “algunos incluso me han llamado para preguntarme cuánto gané en el programa, lo cual me parece absurdo”.
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