Problemas en el paraíso. MasterChef cerró este martes su séptima edición con unos números bastante decepcionantes: además de convertirse en la temporada menos vista de la versión de, por primera vez en su historia, una final del talent culinario no fue capaz de liderar la noche debido al dominio absoluto de Supervivientes: Tierra de nadie.
MasterChef 7 aterrizó en la parrilla de TVE rodeado de expectación, ya que se trataba de la primera edición sin Eva González. En su debut, el formato demostró que está por encima de nombres propios y arrasó con un 21% de cuota de pantalla y 2.176.000 espectadores. Pese al lógico bajón, el programa logró consolidar esta tendencia en su siguiente entrega, que firmó un 16,6% de share y 2.133.000 televidentes.{wbamp-show start}
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La tercera gala mantuvo este buen nivel, elevándose hasta un 18,3% de cuota y 2.242.000 seguidores, pero la política rompió esta buena racha e hirió a la edición de forma mortal cuando aún no se había cumplido un mes de emisión. Tras una semana de parón por el debate sin candidatos organizado por TVE, MasterChef regresó enfrentándose al debate electoral de Atresmedia, que hundió al programa hasta su peor dato histórico (9,6% de share y 1.573.000 espectadores).
Por si fuera poco, la quinta entrega coincidió con el estreno de Supervivientes: Tierra de nadie, que arrebató el liderato a MasterChef desde su primera gala y le puso el último clavo a la tumba de esta séptima edición. El espacio cosechó un 14,1% de cuota y 1.867.000 fieles, lo que supone una caída de 4,2 puntos y 375.000 seguidores con respecto a los datos anotados antes del parón.
La debacle se acentuaría una semana después, cuando el formato perdió casi dos puntos y se despeñó hasta un trágico 12,3% de share y 1.518.000 espectadores. Tras este bache, los números repuntaron ligeramente y el programa logró tomarse un mínimo respiro en su recta final: la antepenúltima gala creció hasta un 14,9% de cuota y 1.868.000 televidentes, mientras que la semifinal firmó un 14,6% y 1.851.000 fieles.
La gran final volvió a quedar eclipsada por Supervivientes y tan solo alcanzó un 18,8% de share y 2.041.000 espectadores, convirtiéndose en la menos vista de la historia del formato tras caer 8,9 puntos y 927.000 televidentes con respecto a la conclusión de la anterior edición. De este modo, MasterChef 7 se despide de TVE con un 15% de cuota y 1.847.000 fieles de media, lo que la convierte en la peor temporada del espacio.
Más allá del ‘patinazo’ provocado por el debate de Atresmedia, los malos números del concurso, sumados a los que cosechó la última edición de MasterChef Junior, apuntan que el desgaste del formato comienza a ser notable. El hecho de realizar tres temporadas del concurso (en sus diferentes versiones) al año desde hace más de un lustro está pasando factura a MasterChef, que debería tomarse un descanso para recuperar su esencia (y sus audiencias).
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