La Vicepresidenta no está del todo contenta con el informe de los sabios. El problema no es el contenido sino el triste espectáculo que están dado en todos los medios de comunicación los miembros del Comité de Expertos, quienes cruzan acusaciones de todo tipo. ¿Resultado? El Gobierno creará otro consejo para analizar detenidamente y con lupa las propuestas de los sabios.
La Vicepresidenta no está del todo contenta con el informe de los sabios. El problema no es el contenido sino el triste espectáculo que están dado en todos los medios de comunicación los miembros del Consejo de Expertos, quienes cruzan acusaciones de todo tipo. ¿Resultado? El Gobierno creará otro consejo para analizar detenidamente y con lupa las propuestas de los sabios. Sólo después de este informe (quién sabe cuando) se podrán emprender las preras reformas a los medios de comunicación públicos
El País hacía en su edición dominical una recopilación de los cruces de declaraciones entre quienes compartieron reuniones más de nueve meses. Allí quedaban patentes los berrinches de los sabios y los problemas internos que generaron la demora en las conclusiones. En ellas los sabios (cuyo nombre no hacen justicia) se acusaban de poco profesionales y de no hacer propuestas.
En vista de esta situación, que no hace más que desprestigiar el Informe, De la Vega ha optado hacer una segunda revisión de las conclusiones con un comité propio que analice al detalle cada uno de los puntos de la reforma. En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros del vies, Fernández de la Vega ha explicado que ha entregado un breve informe a los miembros del Gabinete sobre el contenido del documento de los sabios.
El Consejo le ha encomendado a ella la creación de un grupo de trabajo que estudie detenidamente el texto que debería servir para la reforma de los medios de titularidad pública.
El informe de los sabios recomienda al Ejecutivo asumir la deuda de casi 7.000 millones de euros que acumula RTVE y aboga mantener la doble financiación de TVE. En este sentido, sugiere una progresiva disminución de la publicidad, que podría desaparecer completamente de La 2 en un plazo de cuatro años.
