La Royal Society, principal academia de las ciencias del Reino Unido ha elaborado un documento en defensa de la teoría de la evolución propuesta Charles Darwin hace 150 años. ¿El motivo? La creciente expansión de escuelas religiosas que incluyen la teoría del creacionismo en su programa escolar.
El informe de
Este documento coincide, además, con la reforma educativa del Gobierno de Tony Blair, que se orienta a la promoción de centros escolares patrocinados grupos religiosos, llamados colegios de fe.
Los académicos aceptan que algunos centros “exploren la compatibidad o no de la ciencia con varias creencias” religiosas, pero advierten contra estrategias “deliberadas para ocultar, distorsionar o tergiversar el conociento para promocionar particulares creencias religiosas”. “Harán un mal favor a los estudiantes”, critican. El profesor David Read, vicepresidente de la institución Royal Society señala que su institución “apoya plenamente el debate en las clases de ciencia siempre y cuando no se esté orientando a socavar la confianza de los jóvenes en el valor del conociento científico. Nuestro Gobierno debe asegurar que las escuelas no enseñen que hay pruebas científicas que sustentan el creacionismo”.