Andan los científicos tremendamente asombrados que el genoma de los gorilas tiene muchas semejanzas con el de los humanos. Dicen que, a finales de semana, la prestigiosa Nature dará a conocer asombrosos detalles sobre el tema. Hubo un tiempo en que gorilas, chpancés, orangutanes y humanos se separaron geneticamente y de una forma bastante rápida, según el reloj con el que se mide la evolución en el mundo anal, que no va al mismo ritmo que el que cada cual lleva en la muñeca. Lo cierto es que antes de llegar a ese momento mágico, del que no hay constancia escrita ni gráfica, salvo que la tengan los extraterrestres, todos éramos anales y saltábamos los árboles. Después vino el instante mágico en el que el hombre comenzó a hablar y pronunció aquella homófoba frase de “maricón el últo”: y allí, colgados de una rama, se quedaron nuestros parientes genéticos que, aún a día de hoy, y después de millones de años, no saben lo que es una hipoteca, los atascos, la disfunción eréctil y mucho memos donde está el Santiago Bernabeu, que es donde querrían jugar los humanos del Athletic y del Barça. ¿Que quién ha ganado en todo este asunto? A mi evolucionado entender: los gorilas, los orangutanes y los chpancés, que como no saben articular frases, nadie les puede preguntar qué se están pegando la vida padre en la selva, no sufren las consecuencias de la crisis y continúan fornicando salvajemente sin que Rouco Varela les pueda decir que están en pecado. Además, para más inri, comen más sano que nosotros, con una dieta a base de frutas y verduras que les pide padecer colesterol. Y, sin embargo, a mí no me parece tan extraordinario este descubriento de los científicos que hoy ocupa las páginas de los principales diarios del mundo. Creo que no hay que ser muy listo para reconocer que el hombre tiene más parecido con los gorilas de lo que muchos quisieran reconocer. Entiéndaseme bien: Esto sabios del Nature han demostrado con datos incontestables sus afirmaciones, mientras que lo mío es pura intuición sacada de datos estadísticos. ¿Y cuales son estos? Miren: En el año 2009 fueron asesinadas 68 mujeres violencia machista. En el 2010 la cifra alcanzó el macrazo número de 85. Y en el 2011 la suma dio 67 “compañeras te di, que no esclavas” de 67. Cuando escribo estas líneas se celebra el “Día de la mujer trabajadora, y para celebrarlo a mi manera, con mi nieta, que también cumple años, les dejo esta sencilla pregunta: ¿Esas terribles cifras, nos acercan más a “los machotes de la familia” a la mala fama que rodea a los gorilas que a las de los seres humanos?
Les aseguro que tengo más ejemplos, pero me conformo con éste, pidiéndole perdón a mis queridos KingKongs haberles comparado con las bestias pardas que han llenado de nombres y números tan macabras estadísticas.
Manuel Fernando González
Editor y Director
