Mariano Rajoy se va de vacaciones ocupando las portadas de los medios de Comunicación nacionales con compromisos sociales y un discurso económico triunfalista. Las presiones de Moncloa a los medios han hecho efecto, y la tregua parece que se mantendrá hasta después de verano, especialmente en las televisiones ,con la desaparición momentánea de El Gran Wyoming de la parrilla de La Sexta y el desplazamiento de Jesús Cintora de las Mañana de Cuatro, principales espacios que han inflado el fenómeno Podemos y Ciudadanos. Las pretensiones de Rajoy están en volver al ruedo mediático en septiembre y luchar así contra el frente nacionalista catalán de Artur Mas y preparar el terreno para las elecciones generales. El apoyo de los medios de Comunicación estará garantizado, han prometido a Rajoy sus colaboradores más cercanos.
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha finalizado el curso con una comparecencia para hacer balance de 4 años de gestión y lo más importante, el anuncio de la estructura de los próximos presupuestos generales del Estado, unos presupuestos con los que se reconciliará con las capas sociales más castigadas por la crisis. El Presidente ha dado orden a sus ministros de silencio. A partir de ahora y hasta las elecciones, él junto con Pablo Casado, vicesecretario de Comunicación del PP, Fernando Martínez Maíllo y Javier Maroto serán las nuevas caras del PP en los medios. Los pesos pesados del partido durante la legislatura, Soraya Sáenz de Santa María, María Dolores de Cospedal y Carlos Floriano quedan fuera de combate. Desde Génova apuntan a que Mariano Rajoy ha dejado de escuchar a su círculo más cercano para dejar paso a las nuevas voces del PP, con las que espera ganar las elecciones generales y ganarse a los medios de Comunicación.
La última encueta de Metroscopioa, publicada por el diario El País, daba prácticamente un empate del 23% a PP y PSOE en unas elecciones generales si se celebrarían en julio. Pero lo más importante, y que desde Génova y Moncloa analizan como éxito, es el desinfle de Podemos, que bajaría hasta el 18% en intención de voto y un 16% Ciudadanos. Este fenómeno no se explicaría sin una fuerte estrategia de presión a los medios de Comunicación llevada a cabo desde la misma Secretaría de Estado de Comunicación y el mismo presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, para noquear a los principales ‘enemigos’ mediáticos. Si bien la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santa María, consiguió mitigar las críticas de los diarios impresos, el gran reto ha sido controlar a las televisiones, especialmente a Cuatro y la Sexta. A finales de año llegaba a Moncloa José Luis Ayllón como portavoz adjunto con una misión muy clara, explicar a los medios de Comunicación el trabajo que desde el gobierno se había llevado a cabo en la recuperación económica. Rajoy preveía que el mensaje no estaba llegando y decidido tomar cartas en el asunto. En realidad este movimiento llegó tarde, a tenor de los resultados de las elecciones andaluzas primero, y autonómicas y municipales posteriormente.
Fue entonces cuando Rajoy decidió prescindir de Soraya Sáenz de Santa María como órgano de presión en los medios, y ser él mismo el que tomara el control de la situación. Así el Presidente comenzó una ronda de vistas a las principales medios de Comunicación, poniendo especial énfasis en las televisiones. El resultado fue, por un lado, la polémica desaparición del periodista y presentador de Las Mañanas de Cuatro, Jesús Cintora, espacio que se había convertido en principal plataforma de Podemos y Ciudadanos. El otro espacio que ha mantenido en vilo a Mariano Rajoy y su equipo ha sido El Intermedio, que este verano echaba el cierre hasta septiembre. Atresmedia habría desechado hacer una versión del espacio para el periodo estival y dejar descansar al gobierno, aunque fuera por unos meses.
Nueva estrategia de Comunicación
Además del control de los medios, Mariano Rajoy ha apostado por dar un nuevo enfoque a la estrategia de Comunicación, que sin cambios de fondo, sí ha sufrido importantes cambios de forma, sobre todo en lo que se refiere a sus portavoces. El nombramiento de los nuevos vicesecretarios del partido, con el mediático Pablo Casado al frente va en consonancia con la nueva línea de Comunicación que quiere marcar Rajoy. Además de Casado, dos de los hombres fuertes a partir de ahora son Fernando Martínez Maíllo, vicesecretario de Organización, y Javier Maroto, vicesecretario sectorial. Este último será clave en la consecución del plan de Comunicación centrado en las nuevas políticas sociales del PP y encargado de lidiar con los grupos de presión más ajenos al partido. De este modo, Mariano Rajoy ha apartado a sus hombres fuertes durante esta pasada legislatura, empezando por Cospedal, Sáenz de Santa María, y Carlos Floriano.
