Con la crisis a cuestas, el Gobierno ha engordado la inversión en publicidad, dando un respiro a unos grupos, más que a otros. 2021 será el año de consolidación de Iván Redondo, el gurú de Pedro Sánchez, como controlador de los medios. Tras implantar el Ministerio de la Verdad, convertir a RTVE en la televisión del Gobierno y apuntalar al Grupo Prisa en el bloque de Moncloa, Redondo repartirá los fondos de la UE destinados a los medios de comunicación.
Después de asegurarse que Telefónica forma parte del accionariado del grupo Prisa, y tras abortar el órdago de Blas Herrero, Redondo se evita tensiones con el grupo editor de la Ser y El País. Suma así adeptos a la línea marcada por el Gobierno, que ya tiene a la mayoría de los medios. RTVE en manos de la interina más definitiva de la historia de la Corporación, Rosa María Mateo, y su lugarteniente, Enric Hernández. Ambos han hecho de la televisión pública un órgano al servicio de Pedro Sánchez y no parece que el tándem vaya a caer, hasta que el PSOE resuelva el concurso de elección de miembros del Consejo de Administración, que es lo mismo que decir, cuando esté seguro de que seguirá controlando el Ente público manu militari, como ha hecho con los sindicatos. Éstos se alborotaron mucho, cuando la dirección impuso a una productora, la de José Manuel Contreras, vinculado a laSexta, para desarrollar el formato de Jesús Cintora, pero aquella “revuelta” quedó en nada, en cuanto el PSOE tocó a rebato. Las protestas se disiparon a la vez que lo hacía la audiencia del presentador de “Las cosas claras”, que iba con la intención de robarle telespectadores a su ex jefe, Antonio García Ferreras. El pulso se quedó en nada, pero Contreras seguirá, en 2021, facturando por el programa presentado por la estrella de Redondo en TVE.
La deriva sanchista en los medios, también pasa por la línea editorial de otros grupos como Prensa Ibérica, Mediapro o eldiario. Este último, a la espera de su fusión con Infolibre, que pese al apoyo gubernamental y de sus satélites televisivos, no logra despegar.
Redondo también ha logrado entrevistas amables en Mediaset, un grupo dedicado al entretenimiento, pero con un informativo confortable para los intereses del jefe de gabinete de Sánchez. En 2021 se espera también que consolide la línea editorial de Cuatro, la cadena del grupo que más jabón da al Ejecutivo.
Programas como “Todo es mentira” cierran el círculo de ataques continuos a la oposición en la compañía de Vasile, en la que Ana Rosa Quintana es el bicho raro ante el asombro de los asesores monclovitas. Claro, es que es la única que es periodista, nos decía un colaborador de Telecinco… Claro, decimos nosotros, entre Kikos, y pelos varios, ciertamente, Ana Rosa es la única decente…
Redondo ha logrado también enderezar las relaciones con laSexta, crítica en su momento con Pedro Sánchez. El viraje de la cadena. promovido por el asesor áulico del presidente, ha molestado soberanamente a Podemos, que no ha ahorrado críticas contra la televisión de Planeta en redes sociales y en el medio residual que dirige la ex asesora de Pablo Iglesias, Dina Bousselham.
Por el contrario, Iván Redondo, no ha tenido éxito con el informativo de Vicente Vallés, convertido este 2020 en uno de los periodistas con más referencias en las redes sociales a causa de sus ácidos análisis de la gestión del Gobierno. El gurú tendrá que esmerarse el próximo año para cuadrar el círculo del control absoluto de los medios. Teniendo en cuenta que es el encargado de repartir los fondos de la UE, todo se andará. O, igual, todo se consolidará. Pero, lo que es seguro, es que todo se repartirá, a espaldas de los que seguirán en ERTE…
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