Las relaciones del ministro de Agricultura, Luis Planas, con el sector podemita del Ejecutivo son pésimas, como hemos relatado en este portal. Pero en esta ocasión no se trata de una cuestión de índole internacional (las acusaciones del entorno morado de que Planas es un peón del lobby promarroquí), sino que afecta directamente a sus atribuciones.
Desde el sector del aceite de oliva se ha mostrado su malestar por el silencio absoluto del titular de Agricultura, ante los elogios del titular de Consumo, Alberto Garzón, hacia Nutriscore. Garzón, cuota Podemos del Ejecutivo, anunció su intención de implantar el llamado “semáforo nutricional” a productos como el aceite de oliva y el jamón.
El problema de Nutriscore es que se trata de un medidor de productos “saludables”, que etiquete al aceite de oliva y al jamón como productos insanos. Además, se trata de una herramienta discutida y que esconde trampas. Mientras Garzón justificaba en días pasados su implantación, asegurando que el sistema está vigente en Francia desde hace años, ignoraba que, por ejemplo, la legislación francesa ha dejado a los quesos fuera de su examen, para evitar su etiquetado como producto no saludable. El sistema, además, es criticado por numerosos expertos en nutrición, que señalan cómo es posible que se etiquete a ambos productos al mismo nivel que la comida basura.
Pero no es el único ejemplo, puesto que Nutriscore cataloga como producto saludable a algunos que dejan ciertas dudas, como los refrescos light u otros ultraprocesados, que no destacan precisamente por estar en dicha categoría.
Un ministro silente
Además de la preocupación por esta cuestión, los sectores del aceite y del porcino han trasladado su angustia por el silencio absoluto de Planas. Fuentes gubernamentales creen que el ministro no quiere enfrentarse a su colega de Consumo, por el temor a desatar al sector morado, con el que ya mantiene una tensa relación, y aumentar las tiranteces en el seno del Ejecutivo.
Otros, por el contrario, creen que el ministro está en su práctica habitual de ocultarse ante los grandes problemas. Y lo justifican señalando que, en el tema de los aranceles estadounidenses, decisivos para el sector del aceite de oliva y para otros ligados a su cartera ministerial, tan sólo ha sido capaz de declarar que habrá que esperar a agosto para clarificar el asunto.
La posición de Planas, además, resulta más ominosa si se tiene en cuenta que, al margen de ser el titular del ramo, es propietario de olivares ubicados en Montoro (Córdoba).
“Cuando le nombraron ministro, le contó a medio Mundo que la llamada de Pedro Sánchez le sorprendió paseando por sus olivos. Ahora calla, porque él no los necesita para vivir”, señalan interlocutores suyos.
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