La convocatoria anticipada de elecciones generales ha pillado por sorpresa a todos menos a Pedro Sánchez. Pocas horas después del batacazo del PSOE en las autonómicas y municipales comparecía en rueda de prensa para anunciar un adelanto que nadie esperaba.
Al margen de cuestiones puramente políticas, un posible cambio de Gobierno tendría consecuencias inmediatas en los medios de comunicación públicos. La más notable sería la salida de Elena Sánchez como presidenta interina de RTVE. Recordemos que la responsable del ente público fue nombrada tras una maniobra del Gobierno para controlar la dirección de RTVE.
José Manuel Pérez Tornero presentó su dimisión y Elena Sánchez fue nombrada presidenta interina tras un cambio en los estatutos sociales de RTVE vía real decreto. El ejecutivo, de esta forma, otorgaba plenos poderes a Elena Sánchez pese a su interinidad como presidenta de RTVE, y de paso evitaba que su nombramiento fuese objeto de votación en el Congreso de los Diputados.
Teniendo en cuenta esto, cabría esperar que un futurible gobierno del PP acabara con su mandato, siempre y cuando se apruebe en las Cortes. Más si cabe después de estos últimos meses en los que Elena Sánchez ha perdido buena parte del apoyo del Consejo de Administración de RTVE, más dividido que nunca en dos bloques. La polémica en torno a la convocatoria de oposiciones tampoco ha ayudado a Elena Sánchez, señalada por los sindicatos y los afectados de un proceso que, aseguran, es injusto.
¿Cambio de mandato en EFE?
Otra responsable de un medio público que está sobre la picota es Gabriela Cañas. La directora de la Agencia EFE no cuenta con los apoyos de los sindicatos. El pasado mes de enero, los representantes del sindicato CCOO pidieron que se ejecutaran, también sobre ella, las condiciones pactadas en los últimos acuerdos firmados a finales de 2021, concretamente la que se refiere al plan de renovación de perfiles profesionales.
No obstante, y pese a superar los 65 años que marca la ley, Cañas no cuenta con un contrato sujeto al convenio que rige la agencia, sino sujeto al SEPI. De esta forma, es previsible que la ex periodista de El País sea cesada si se produce un cambio de gobierno. A diferencia de lo que ocurre con la presidencia de RTVE, EFE no necesita la aprobación del Parlamento. Algo que ya constató Fernando Garea en 2020.
Renovación “obligada” en Moncloa
Como es lógico, la renovación en los medios públicos también llegará a la Moncloa. En caso de que se produzca un cambio, a partir de julio veremos otras caras al frente de la Secretaría de Estado de Comunicación. Un relevo para el que no es condición sine qua non un cambio en el Ejecutivo, pues Pedro Sánchez cambió a Miguel Ángel Oliver por Frances Vallès en 2021.
Su continuidad es una quimera con un futurible gobierno del PP. Más aún si tenemos en cuenta su particular forma de tratar a los medios. En los últimos meses ha sido habituales las denuncias y quejas de vetos por parte de periódicos como ABC, La Razón o El Mundo, o de radios como COPE.
No obstante, los vetos no han sido capital exclusivo de Vallès. Antes que él ya los puso en práctica Miguel Ángel Oliver, seleccionando a dedo a los medios que podían realizar preguntas al presidente del Gobierno durante sus comparecencias. El último veto conocido por parte de la Secretaría de Estado de Comunicación lo ha sufrido El Confidencial Digital, que denunció que Moncloa no le permitió acceder a la sede socialista de Ferraz este domingo para cubrir la noche electoral.
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