Este domingo, Lorenzo Caprile vuelve a enfundarse el traje de juez. El modisto es una de las grandes estrellas de Maestros de la costura, que consiguió la renovación tras cosechar unas buenas audiencias en su primera temporada. Ahora, el programa se enfrenta a la dura prueba de afianzarse en el volátil universo televisivo a través de su segunda edición.
Caprile, que se convirtió en una de las grandes revelaciones mediáticas de la pasada temporada gracias a su carácter explosivo y divertido, destaca que se ha sentido “muy bien” en esta segunda edición de Maestros de la costura, aunque apunta que “los nervios han ido a más, por lo que las expectativas son mayores y ya no vas tan inocente”.
Uno de los grandes alicientes de esta temporada es el hecho de que los jueces tengan que afrontar algunas de las pruebas que pasan los concursantes, lo que ha avivado algunos piques entre ellos. “Ha sido muy estimulante sentarse a la mesa de costura y enfrentarse a los nervios, las luces, las cámaras, tener a un montón de gente encima viendo cómo trabajas, al tiempo… Ponerse en el papel de los aprendices ha sido muy enriquecedor”, asegura.
En un mundo tan lleno de corsés y prudencia como el televisivo, Lorenzo Caprile hizo saltar la banca hace menos de un año gracias a su naturalidad. El diseñador conectó inmediatamente con el público gracias a esta inconsciente ruptura de molde. “En esta segunda edición, yo he seguido en mi línea, luego hacen dos guiños y me han conquistado, se me va la fuerza por la boca”, confiesa, destacando que no cree que los concursantes de esta temporada hayan llegado resabiados tras ver a sus antecesores.
“La respuesta de la industria de la moda ha estado a la altura”
Además, el regreso de Maestros de la costura ha traído consigo un cambio en la mentalidad del sector de la moda, que ya no ve el programa como un ente extraño y sospechoso, algo que sí ocurrió en la anterior edición. “En la primera temporada hubo algunas reticencias pero no por el programa en sí, sino porque era algo nuevo y nadie sabía muy bien cómo iba a funcionar”, recuerda.
Tras esta desconfianza inicial, Caprile destaca que, “al final, todo ha ido fenomenal y la respuesta de la industria de la moda ha estado a la altura”. “Entiendo la prudencia con la primera temporada y también comprendo que todo hayan sido facilidades en la segunda edición”, asevera el diseñador.
Por último, Lorenzo asegura que se toma con mucho humor las parodias que le hacen desde diferentes programas de televisión: “Me he reído muchísimo con ellas, sobre todo con los de Homo zapping. Cada vez que tenía un día triste, me ponía alguna de las parodias que me hacían en el programa y me cambiaba el humor”.
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