La corresponsal de ABC en Cuba, Camila Acosta, fue detenida ayer en la Habana. La periodista realizaba una cobertura especial de las inéditas protestas que se producen en la capital cubana y otras regiones de la isla, ello contra el Gobierno de Díaz-Canel.
De acuerdo a las informaciones de ABC y Cubanet, medios para los que trabaja, Acosta será procesada por “delitos contra la seguridad del Estado”. Una acusación similar a la que se ven enfrentados los disidentes y cualquiera que aparezca como sospechoso ante el aparato represor del régimen de Cuba.
Para el momento de su detención Camila Acosta fue interceptada al salir de su casa por la policía del Estado, cuando se disponía a realizar una diligencia personal junto a su padre, las 10 de la mañana hora de La Habana. Posterior a su aprehensión los agentes procedieron a registrar el hogar de la reportera y se llevaron todos sus equipos de trabajo, entre ellos su ordenador.
Acosta está detenida en la Cuarta Unidad de Policía de Infanta, en el municipio de Cerro. Con ella ya hay más de una veintena periodistas presos, entre ellos Orelvis Cabrera, de Matanzas e Iris Mariño, de Camagüey. También Maykel González Vivero y Henry Constan de El Nuevo Herald. La tarde del 11 de julio también fue golpeado el fotógrafo de AP
La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) ha condenado los arrestos, el uso de la fuerza contra los reporteros y ha denunciado la interrupción del servicio de internet mientras las manifestaciones se transmitían por las redes sociales.
REACCIÓN DE ESPAÑA ANTE LA DETENCIÓN
La detención de Acosta fue condenada por el líder del PP, Pablo Casado, quien a través de Twitter ha exigido su liberación. Casado condenó también el asalto armado de los cuerpos armados del régimen a la casa del presidente interino de Venezuela, Juan Gerardo Guaidó y la desaparición del diputado Freddy Guevara.
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