La Casa Real no levanta cabeza. La institución vive una pesadilla constante desde que en el año 2012 saliera a la luz la cacería del Rey Juan Carlos I en Botswana. “Lo siento mucho. Me he equivocado. No volverá a ocurrir”, dijo entonces el rey rmérito después de que se descubriera su safari por África. Unas disculpas que no le libraron de la abdicación, una maniobra de la Casa Real para limpiar su imagen y traer aire fresco con la llegada de Felipe VI, un monarca sin la épica de su padre pero tampoco sin sus manchas.
En 2018 la Casa Real sigue arrastrando crisis. Jordi Gutiérrez, el director de Comunicación de la institución no gana para diseñar estrategias que mitiguen el impacto de las informaciones periodísticas sobre la monarquía. La siguiente crisis a la que tendrá que enfrentarse será a la inminente entrada de Iñaki Urdangarín en la cárcel, al que no le servirá disculparse. Si bien es cierto que no hace falta que el ex Duque de Palma pise la prisión para traer una crisis de Comunicación a la monarquía, que éste se convierta en el primer pariente de la Familia Real que acabe entre rejas marca una antes y un después en la institución de nuestro país.
El marido de la Infanta Cristina lo tiene verdaderamente difícil. La Sala de lo Penal del Tribunal Supremo ha condenado a Iñaki Urdangarín a cinco años y diez meses de cárcel, lo que implica una rebaja de cinco meses en la primera condena que fue impuesta por la Audiencia de Palma de Mayora en febrero del año pasado. Así que a Urdangarín le quedan tres opciones: recurrir al Tribunal Constitucional, solicitar el indulto, o entrar en la cárcel. No parece probable que las dos primeras opciones prosperen. El Tribunal Constitucional no suele paralizar los procesos del Supremo si las condenas superan los cinco años de cárcel, como es el caso de Urdangarín. Dicho de otra forma, el cuñado del Rey tiene un pie en la cárcel y la monarquía está seriamente perjudicada.
El 2018 fue planeado por la Casa Real como un año de celebración. El 5 de enero Juan Carlos I cumplía 80 años y estaba previsto que el rey emérito participara de nuevo en actos públicos. De la misma manera, Felipe VI cumplía el 30 de enero 50 años mostrando a los españoles cómo era su día a día. La Reina Sofía también cumplirá 80 años el próximo 2 de noviembre, motivo por el que también ganaría presencia mediática. La Constitución Española también está de cumpleaños. Se cumplen 40 años desde que España vive bajo un régimen constitucional auspiciado por Juan Carlos I, y la figura del monarca juega un papel fundamental en la consecución del actual Estado de Derecho del país. Sin embargo, las peleas internas, que dinamitaron la estrategia de Comunicación de la monarquía; las condenas judiciales y el convulso panorama político pueden amargar el año a una Familia Real y su director de Comunicación, que cada vez tiene las cosas más difíciles.
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