No corren buenos tiempos para Grupo Zeta. Ayer, la compañía anunció el cierre de Primera Línea, lo que eleva a tres el número de revistas que la empresa ha cerrado a lo largo de 2018. Además, los recortes en Sport y El Periódico han diezmado sus respectivas redacciones, a lo que hay que sumar que la caída del número de lectores de sus publicaciones comienza a ser preocupante.
Uno de los mejores ejemplos de este último punto es Cuore. La revista del corazón, una de las más populares de España, ha experimentado un descenso de lectores espectacular en los últimos años. Tal y como ha revelado la tercera oleada del EGM de 2018, la publicación acumula 240.000 fieles, lo que supone su mínimo histórico.
Atrás quedan los tiempos en los que Cuore rozaba el millón de lectores, allá por 2011. La revista cerró aquel año con 976.000 lectores, aventajando a ¡Qué me dices! en 332.000 fieles. Solo un año después, en la tercera oleada de 2012, los registros de la publicación comenzaron a mostrar signos de flaqueza: Cuore sumó 758.000 lectores y, pese a perder 74.000 seguidores, consiguió mantener la sexta plaza e imponerse a Interviú.
2013 no finalizó mucho mejor. La revista cerró el año con 686.000 lectores, perdiendo el duelo con Interviú y estrechando las distancias con ¡Qué me dices!. Por su parte, 2014 tocó a su fin ahondando en la herida: Cuore anotó 616.000 lectores, lo que supuso una pérdida del 37% de su audiencia en solo tres años.
Pero, aunque parezca mentira, lo peor aún estaba por llegar: la primera oleada de 2015 asestó un duro golpe a la revista, que se dejó 77.000 fieles en solo cuatro meses. Cuore se alejó de la barrera psicológica de los 600.000 lectores, que ya nunca volvería a rebasar, y acrecentó su debacle. La debacle continúo su curso y la publicación llegó a noviembre de 2015 con 464.000 seguidores, lo que se tradujo en el mayor descenso interanual (un 25%) de su historia.
De estar a 290.000 lectores de Lecturas a 1.000.000 de diferencia en cinco años
2016 llegó con una nueva cascada de récords negativos. Pese a estabilizar su situación en la primera oleada del año (447.000 lectores), Cuore no logró frenar la sangría y llegó a Navidades por debajo de los 400.000 fieles. Para ilustrar la magnitud de la catástrofe, solo hay que echar la vista atrás: en noviembre de 2011, Lecturas aventajaba a Cuore, una de sus principales rivales, en 291.000 lectores; cinco años después, la diferencia entre ambas era de 1.000.000 personas.
La entrada de 2017 no arregló la situación, que se fue ennegreciendo con el paso de los meses. Cuore abrió el año por encima de los 300.000 lectores y lo cerró en 255.000 fieles, poniendo de relieve la pérdida de influencia que la revista estaba sufriendo en los últimos tiempos. Los vaivenes de Grupo Zeta no ayudaron a frenar el lento pero inexorable descenso a los infiernos, que ha acabado por certificarse en 2018.
Tras una ligera recuperación a principio de año, que suponía en el primer dato positivo en más de un lustro, la realidad volvió a golpear a Cuore, que ha finiquitado 2018 con su peor dato histórico, 240.000 lectores. La revista, que nació en 2006, nunca había marcado registros tan pobres y su futuro no parece estar garantizado a medio plazo. Todo dependerá de la decisión final de Antonio Asensio, que continúa planteándose si aceptar alguna de las ofertas que tiene encima de la mesa para comprar Grupo Zeta o si aún le quedan fuerzas para reflotar la compañía por su propia cuenta. El Aarg más famoso de España está en juego.
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