Rosa Isabel Pérez Torres anunció que junto a otras periodistas mexicanas exiliadas en España proponen y solicitan la aprobación de un acuerdo global por la prensa. Este con la intención de que el mismo vele los derechos de la prensa a nivel mundial.
El trabajo de Rosa Isela, natural de Ciudad Juárez, donde colaboró con medios impresos antes de verse obligada a exiliarse a España, estaba centrado en denunciar la violencia contra la mujer, en un país en el que ocurren diez feminicidios al día. Tras recibir varias amenazas de muerte, la periodista empezó a temer no sólo por su vida, si no por la seguridad de su familia y de sus hijos, obligándola a exiliarse. “En ese momento me sentí muy sola, no contaba con el apoyo del medio. No podía poner una denuncia cuando son ellos mismos (la policía) los que están implicados en esta situación”.
La otra comunicadora exiliada
En su solicitud a Rosa Isabel la acompaña Cynthia Valdez García quien lleva cinco años en España y al igual que Rosa Isela sufrió y sufre hoy por hoy por la seguridad y estabilidad de su familia. Ello debido “al trauma derivado de la culpa de no darles una vida normal. Me acosó el Cartel de Sinaloa”.
La periodista trabajó en Sinaloa y estuvo protegida por cinco escoltas de la Policía Federal en la Ciudad de México, adonde se tuvo que trasladar. No obstante, dos años después le retiraron la protección, por lo que la Comisión Nacional de Derechos Humanos se vio obligada a actuar.
Cynthia califica la situación de vulnerabilidad y riesgo de sus colegas en México como “crisis humanitaria”. Además señala que la misma tiene consecuencias más graves para las mujeres: “en la mayoría de las profesiones las mujeres nos enfrentamos al acoso, a la misoginia y a un discurso que viola las libertades. Además a la toma de decisiones, desde los salarios desiguales a la frase, tú no puedes reportear esto porque eres mujer”.
Ambas periodistas mexicanas coinciden en que la situación de la prensa en México supone un problema de Estado. Además una pérdida de derechos para la población general, por lo que debería existir un acuerdo internacional que vele por los derechos de la prensa a nivel mundial.
Estas periodistas mexicanas en España
En España, las dos periodistas han recibido la ayuda de la sección española de Reporteros Sin Fronteras (RFS).
Su vicepresidenta, Edith Rodríguez Cacheras, no duda en criticar la actitud ante este problema del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador: “estamos profundamente decepcionados. No ha habido una condena firme, contundente y sentida, sino más bien una actitud incómoda”.
La vicepresidenta de RSF España denuncia que el asesinato de periodistas solo es la punta del iceberg, puesto que el año pasado se contabilizaron más de 700 ataques físicos a la prensa, una agresión cada doce horas, según datos de la organización.
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