El Partido Socialista sigue profundizando en sus errores de comunicación, tanto interna como externa. No se explica de otra manera que mientras el secretario general del partido, Pedro Sánchez, defienda una cosa, sus barones territoriales defiendan la contraria. En esta ocasión la discordia la ha sembrado la inmersión lingüística en Cataluña. Mientras Fernández Vara, Javier Lambán y Emiliano García-Page defienden la postura del Gobierno de poner una casilla por la que los padres decidan el idioma vehicular por el que quieren que sus hijos estudien, Pedro Sánchez ha dicho esta mañana en Espejo Público que en relación a este asunto es mejor “no crear problemas”.
¿Estamos ante un desafío de los barones territoriales? ¿O es simplemente una ausencia total de comunicación interna? Sea lo que sea, el principal perjudicado es el partido, que una vez más proyecta la imagen de desunión, dispersión discursiva y ambigüedad. Estos son los problemas que el PSOE lleva arrastrando tras de sí desde antes de que la ‘conjura’ de los barones territoriales acabaron con Pedro Sánchez fuera de la secretaría general del Partido Socialista, lo que desencadenó una crisis de comunicación sin precedentes en la historia del partido.
Pero Cataluña es un terreno de juego que se le da especialmente mal al PSOE. Los cambios en su discurso con respecto a la situación catalana, donde en un primer momento se negaron a aplicar el artículo 155 que finalmente acabaron apoyando, le ha costado a la formación socialista la pérdida de apoyos entre la población, que no sabe a qué partido está votando. La historia se repite ahora con la inmersión lingüística. El PP puede aprovechar la intervención en la autonomía catalana para introducir una casilla que permita a los padres elegir la lengua vehicular para sus hijos en los colegios.
@sanchezcastejon en #EspejoPublico Yo aspiro a ser presidente del Gobierno. Como ciudadano le pido a Rajoy es que tenga sentido común, solvencia y no ocurrencias. pic.twitter.com/E9h4KPdVsY #cafépedrosánchez
— PSOE (@PSOE) 20 de febrero de 2018
Por su parte, Pedro Sánchez ha tildado esta medida de Rajoy como una “ocurrencia”. “Un presidente del Gobierno está para solucionar problemas, no para crear más problemas”, ha dicho Sánchez en la entrevista ante Susana Griso. Sin embargo, para algunos barones territoriales, esta medida de Rajoy no es solo una ocurrencia. Para Lambán, la inmersión lingüística es un “maltrato injusto e ilegal” hacia el castellano, “postergado” en las escuelas catalanas. Muy duro ha sido Page también con el uso del catalán en las escuelas al decir que se debe proteger el uso del castellano “de las fauces de los independentistas”. Vara, quien suscribe el discurso de sus compañeros, ha matizado sin embargo que no es el momento de aplicar la medida por su capacidad de dividir más que de sumar.
Carmen Calvo, responsable de Igualdad en el PSOE, le ha afeado a sus compañeros el gesto, diciendo que no es el momento de “abrir brechas”, que España cuenta con “tres lenguas cooficiales” y que el PSOE no debería contribuir en la “confrontación”. “No estamos dispuestos a abrir un debate con las lenguas que es muy fácil de hacer y luego muy difícil de aplacar”, ha dicho Calvo en clara referencia a los mensajes lanzados por Lambán, García-Page y Fernández Vara.
Sánchez ha tenido también palabras para el Partido Popular y Ciudadanos, a los que ha acusado de tener a España paralizada por una “pugna” entre ambos partidos, que el secretario general de los socialistas ha denominado como “guerra fría”.
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