La Unidad Central Operativa (UCO) ha implicado al actual director de comunicación del Ministerio de Educación y ex jefe de prensa de la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid, Pablo Balbín, por haber sido “cooperador necesario” y le acusa de fraude, malversación y tráfico de influencias dentro de la trama Púnica. Según la Guardia Civil, el ex jefe de prensa habría sido una figura necesaria en las labores de malversación de fondos públicos para mejorar la imagen y reputación de la ex consejera popular.
La implicación del actual jefe de prensa del Ministerio de Educación, según recoge el diario El Mundo, se corresponde a la investigación de la OCU a la ex consejera de Educación de la Comunidad de Madrid, Lucía Figar, de los delitos de fraude, malversación y tráfico de influencias. Estos delitos se habrían cometido en el intento de la ex consejera de mejorar su imagen y reputación pública, destinando fondos públicos a la compra de seguidores en redes sociales y la contratación de servicios para mejorar su reputación e imagen pública.
Según la investigación de la unidad de la Guardia Civil, para que se llevaran a cabo estas actividades delictivas de las que se acusa a la ex conejera de Aguirre, fue necesaria la colaboración del que fuera su jefe de prensa, el periodista y actual director de comunicación del Ministerio de Educación, Pablo Balbín.
Según el informe de la Guardia Civil, la ex consejera habría concertado con el empresario Alejandro De Pedro –uno de los empresarios conectados con el escándalo de la Púnica junto con el empresario Marjaliza– para que su empresa de consultoría fuera la que recibiera la adjudicación de contratos públicos de supuesta búsqueda activa de informaciones relativas a la Consejería que Lucía Figar dirigía. En este sentido, la Guardia Civil implica a Pablo Balbín, ex jefe de Gabinete de Prensa de la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid, como “cooperador necesario” y le acusa de fraude, malversación y tráfico de influencias.
Pablo Balbín, el dircom que llegó par aponer paz en el Ministerio de Educación
Sin duda, el cargo de director de comunicación del Ministerio de Educación parece estar gafado. Durante la última legislatura han pasado por este cargo hasta 3 directivos. La primera que llegó al cargo en 2012 fue la periodista Margarita Mayoral, que dimitió por supuestas desavenencias con Montserrat Gomendio Secretaria de Estado de Educación, Formación Profesional y Universidades y pareja sentimental del ex ministro José Ignacio Wert. Parecida historia fue la que vivió el sucesor de Mayoral y su sucesor José Manuel Grau, que terminó abandonando el cargo también por supuestas desavenencias con la novia del Ministro, según fuentes cercanas al Ministerio aunque desde el gabinete de prensa siempre desmintieron a este portal
La falta de sintonía entre los dircom de Wert y su pareja sentimental –que más tarde se convertiría en su esposa- llevaron al Ministro a dejar a su departamento vacante de dircom y dejar las responsabilidades de relaciones con los medios a su equipo. Con la salida del Ministerio de Wert el año pasado y la llegada de Íñigo Méndez de Vigo, se recuperó la figura de director de comunicación, un puesto al que accedió Pablo Balbín, que ya tenía amplia experiencia en la dirección del gabinete de prensa de la Consejería de Educación en la Comunidad de Madrid, un cargo por el que ahora aparece implicado en el trama Púnica.
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