Radio 4G termina la temporada más complicada de su historia de la peor forma posible. Según reporta la segunda oleada del EGM de 2019, la emisora pasa de 31.000 oyentes diarios a solo 5.000 en menos de tres meses. Entre una encuesta y otra, la cadena se ha dejado al 83,8% de su audiencia, una caída que se agrava aún más a nivel interanual (89,9%).
La clave de esta debacle tiene nombre propio:José Antonio Abellán. Su traumática salida a principios de año marcó un antes y un después en la emisora, que no ha logrado recuperarse de este duro varapalo. Pese a que en la anterior oleada, la primera sin el locutor abulense, los números no se resintieron, el paso de los meses ha jugado en contra de Radio 4G, que ha pasado a convertirse en una cadena prácticamente residual en un breve período de tiempo.
La marcha de Abellán conllevó una remodelación de la parrilla, la cual no ha terminado de cuajar. Actualmente, Enric Sánchez se encarga de las mañanas (Desde que amanece, apetece), mientras que Fernandisco (Vaya tardecita) y Albert Castillón (El barómetro) se reparten la tarde y la noche, respectivamente. Además, las madrugadas son territorio de Pedro Riba (Luces en la oscuridad) y Tony Miranda es el responsable de animar las mañanas del fin de semana con Planeta disco.{wbamp-show start}
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Esta nueva programación no ha conseguido convencer al público, que ha abandonado la cadena de forma masiva (ha perdido al 92,3% de su público en dos años). Tras este severo batacazo, la emisora que comanda Pablo Pereiro se enfrenta a un reto que puede marcar su destino a medio plazo: Radio 4G debe reinventarse de cara a la próxima temporada y adquirir una identidad propia que le haga sumar adeptos de manera fulgurante ya que, de lo contrario, su estabilidad podría estar en peligro.
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