TVE se ha propuesto revitalizar sus tardes de la mano de Mercado central, su nueva serie diaria que desembarcará en La 1 el próximo lunes 23. La confianza de la cadena pública en esta ficción es tal que ha decidido remodelar su parrilla para configurar una franja vespertina potente que logre mejores datos de audiencia, especialmente a partir de las 18:30 horas.
De esta manera, Mercado central ocupará el hueco de Servir y proteger y comenzará a las 16:30 horas. Se trata de un movimiento arriesgado ya que la ficción policiaca había logrado asentarse en ese horario, consolidándose como uno de los productos más estables y sólidos de La 1. A partir del próximo lunes, la serie que protagoniza Luisa Martín retrasará su hora de inicio hasta las 17:30 horas, trasladándose al horario de Acacias 38.
La ficción de época tendrá que enfrentarse al reto más complicado de todos: resucitar una de las franjas más flojas de La 1. Productos como Centro médico,Derecho a soñar o ¿Juegas o qué? ocuparon dicho horario con idéntico resultado, por lo que TVE ha decidido apostar para ese hueco por una serie que ya está asentada en su programación para intentar levantar sus audiencias vespertinas.
Así es Mercado central
Protagonizada por Antonio Garrido, Begoña Maestre, Jesús Olmedo y Lola Marceli, Mercado central está situado en el corazón de uno de los barrios más populares de la ciudad. Según un informe realizado tras una inspección municipal, se debe efectuar una reconversión de sus más de mil metros cuadrados y no se considera viable que continúe con su actual actividad. Detrás de esta decisión se encuentra un importante fondo de inversores que ya ha hecho una oferta para convertirlo en un lujoso centro comercial.
Con el apoyo de los vecinos y negociando duramente, la asociación de comerciantes del mercado consigue que el consistorio aplace la decisión. Un año será el tiempo que tendrán los comerciantes para remodelar, modernizar el recinto y lavarle la cara a su lugar de trabajo y medio de vida. Pero una parte de las familias relacionadas con esos comercios no tienen la misma opinión, y prefieren aprovechar la oportunidad y obtener alguna ganancia. Las relaciones laborales, personales y sentimentales de las personas que viven de esos negocios se entremezclan continuamente y ponen en peligro la salvación del Mercado.
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