En la Tierra a viernes, 17 mayo, 2024

‘La televisión que vemos actualmente no es la que necesitamos’

¿Qué problemas atraviesa el periodismo actual? ¿Hacia dónde se dirige? ¿Qué soluciones hay? Javier Fernández del Moral, Catedrático de Periodismo Especializado la UCM, nos da algunos detalles más acerca del estudio que prepara sobre los informativos de las cadenas generalistas en España. En conversación con PRNoticias, Fernández del Moral, nos ha dicho que es tante considerar el nivel de audiencia como un parámetro más para medir la calidad de los informativos, pero ‘es fundamental comprobar a qué precio lo está consiguiendo’.

¿Qué problemas atraviesa el periodismo actual? ¿Hacia dónde se dirige? ¿Qué soluciones hay? Javier Fernández del Moral, Catedrático de Periodismo Especializado la UCM, nos da algunos detalles más acerca del estudio que prepara sobre los informativos de las cadenas generalistas en España. En conversación con PRNoticias, Fernández del Moral, nos ha dicho que es tante considerar el nivel de audiencia como un parámetro más para medir la calidad de los informativos, pero ‘es fundamental comprobar a qué precio lo está consiguiendo’.

 

De acuerdo al estudio realizado vosotros ¿Es esta la televisión que necesitamos?

Por supuesto que no es la televisión que necesitamos. Pero ésta es una pregunta de gran calado que exige una explicación en la respuesta, sobre todo si resulta así de contundente y lacónica. He de decir en prer lugar, que del avance de resultados que estamos obteniendo, hemos sacado ya una satisfactoria conclusión sobre el grado de profesionalidad de nuestros periodistas, muy silar o incluso superior al de países comparables. Pero intuyo en la pregunta una intencionalidad de juicio mucho más profunda que, como se desprende de la pregunta inmediata sobre los demás medios, afecta a toda la estructura de los contenidos de los mensajes periodísticos, y lo tanto a otros medios de comunicación.

 

El periodismo no es en absoluto un fenómeno estático, que responda a estereotipos incompatibles con el rigor científico o a vulgaridades aceptadas como tópicos. Del periodismo se desprende ya un discurso riguroso emanado de las facultades universitarias específicas, que aunque todavía no ha llegado a la profesión,  está claramente predestinado a cambiar los diferentes “modus operandi”, orientados cada vez más la exigencia de un planteamiento finalista, teleológico, ético y consensuado, que exijan la libertad de expresión como principio indiscutible, inexcusable e intocable, pero  no como finalidad.

 

Un medio de comunicación no  debe estar en la sociedad para conseguir  la libertad de expresión. Necesariamente debe partir de ahí de forma irrenunciable, pero en absoluto quedarse ahí. Ese es un derecho básico, absolutamente elemental,  para poder considerar a una sociedad como libre, democrática y participativa, pero ese derecho no satisface el derecho a recibir información veraz, ni resuelve los conflictos que la pérdida de ese derecho pueda ocasionar en la sociedad de la información.

 

De ahí que  haya que revisar la clásica teoría funcionalista de los medios, en prer lugar para añadir dos nuevas funciones, la de prescripción de los principios éticos socialmente aceptados como universales, y la de vehículos de participación ciudadana, con una interactividad que no se produzca solamente motivos lúdicos. Y en segundo lugar, para equilibrar más y  mejor las cuatro funciones clásicas de los medios periodísticos: informativa (incluida la de vigilancia), formativa o pedagógica, de entreteniento y de refuerzo.

 

Esta no es todavía la televisión que necesitamos, estos no son aún en general los medios que precisa la sociedad del conociento, prero que  las funciones tradicionales se han desequilibrado en exceso a favor de los dos principales objetivos de las empresas periodísticas, el entreteniento, la búsqueda obsesiva de la audiencia masiva, y el refuerzo, la complacencia de mi clientela política o ideológica, y segundo que basados todavía en principios del siglo diecinueve, es muy difícil que podamos reconocer la profesionalidad periodística  que precisa la sociedad del siglo veintiuno para introducir nuevos paradigmas o nuevas funciones en los medios de comunicación.

 

Es tante reconocer no obstante la otunidad y los beneficios que introdujeron las dos funciones predominantes hoy en día, y sobre las que se configuraron los principios del periodismo. La búsqueda masiva de audiencias dio a los medios de comunicación la otunidad de depender solamente de ella y lograr mayor libertad en la información, mientras que la función de refuerzo  ofrece los perfiles, las identidades que dan carácter y personalidad a los medios, lo cual en una sociedad pluralista, no sólo es aceptable sino altamente necesario. El problema ciertamente comienza cuando estas dos funciones se convierten en ruidos informativos o pedagógicos, relegando la función de informar y la función formativa a meras comparsas o meras excusas para las otras dos. 

 

Según el estudio, casi un  20% de los contenidos de los informativos de televisión está dedicado a desastres o accidentes. ¿Qué efectos puede tener esto sobre la población?

Realmente el dato es muy significativo, y nos plantea en prer lugar el gran tema del interés informativo. ¿En qué consiste?, ¿Quién lo determina?. La conocida teoría de Mc Combs sobre la agenda, quien la define, y qué, estaría ofreciéndonos un prer punto de reflexión que nosotros hemos querido considerar en nuestra investigación. Respecto a los accidentes, obviamente responden a principios clásicos del periodismo que será muy difícil que se modifiquen. El “good news, not news” seguirá estando vigente, cuanto la noticia está sobre todo en la excepcionalidad, en el abandono de la rutina.

 

Lo curioso es que a base de la competencia televisiva y la cantidad de noticias que se están ofreciendo en el mundo, la visión de nuestra sociedad es una visión predominantemente catastrofista, y esto si puede tener efectos negativos en la población. De hecho, en determinados contextos de públicos especialmente sensibles o lábiles, como niños o ancianos se están empezando a tomar precauciones en el consumo de informativos, como si se trataran de programas con riesgo de daño moral o psicológico.

 

¿Qué muestra se ha utilizado?

Esta es una de las características más notables de la investigación. Por prera vez se han analizado todos los informativos de tarde y noche de las cadenas generalistas nacionales en España durante diez días  mes en el prer trestre y ocho días mes en el segundo, siguiendo los procedientos científicos estadísticos de muestra aleatoria continua, para poder seguir acontecientos o temas de forma sistemática. Hemos analizado ya la mitad de la muestra y en el año completo que dura la investigación habremos analizado más de un millar de informativos y más de 15.000 noticias. Con esa muestra y la metodología analítica utilizada los resultados a los que llegaremos si Dios quiere en Julio, se podrán considerar extraordinariamente contundentes y servirán como referencia científica incluso a nivel internacional, salvando incluso los inconvenientes de la estacionalidad en este tipo de investigaciones, en las que los tópicos veraniegos o invernales podrían sesgar determinados resultados. Por otra parte, el plan de análisis de contrastes para salvar las diferencias de criterio entre los diferentes equipos de investigación, pone rotaciones que sólo se resuelven con el análisis anual.

 

El objetivo del estudio es la creación de un Observatorio Permanente para la elaboración de un índice de profesionalidad periodística. ¿Cuales serán sus funciones?

Efectivamente, al introducir casi medio centenar de variables en el análisis, entendos enseguida que las posibilidades de la investigación desbordaban lo que ya de sí nos parecía un gran objetivo, el superar las opiniones parciales sobre este tipo de informativos y la superación también de las viejas discusiones políticas sobre el uso o el abuso de los informativos de televisión usando sples intuiciones o mediciones puramente cuantitativas muy parciales. El Observatorio Permanente de la  Información. Podría efectivamente ser un referente en los juicios sobre la actividad informativa de todos los medios, no sólo de la televisión. Con él, estaríamos en disposición de elaborar un índice de medida de la Profesionalidad Periodística, ponderando de forma consensuada con toda la profesión la procionalidad de cada parámetro de medida en una ecuación diseñada específicamente para determinar ese índice, que se encargaría de evaluar el trabajo de los periodistas con criterios diferentes a los exclusivos índices de medición de audiencias. Sería un complemento al inevitable EGM estrictamente cuantitativo.

 

¿Es necesario? ¿Por qué?

Es necesario  y urgente. En prer lugar para salir del debate al que asistos hoy sobre el éxito o el fracaso en el periodismo sólo desde la perspectiva empresarial de las cifras. Pero es que si queremos de verdad  entrar en el enfoque planteado en la respuesta de la prera pregunta, hemos de preparar a la profesión para que de una vez todas se libere de la asfixiante presión de las empresas periodísticas y consiga hacer identificar socialmente su  pericia profesional con variables mucho más cualitativas. La vieja teoría de la Responsabilidad Social de los Medios, convertida hoy casi en aía culpa del riesgo liberticida con el que se ha percibido siempre, quedaría superada y pasaría a ser una exclusiva función de cada  acto de cada profesional ejerciendo el periodismo. La responsabilidad no sería de los medios, sino de los profesionales, que sólo podrían ejercer de forma libre y experta, con la aplicación de sus conocientos científicos sobre  la comunicación y su propia deontología profesional.

 

Matías Prats lleva más de un año siendo líder de audiencia en su franja horaria y Antena 3 se ha convertido en los últos meses en líder general de informativos. ¿Cuál es la clave del éxito de los informativos de Gloria Lomana?

En el avance semestral de nuestro estudio, un grupo tante de parámetros de medida referidos a los aspectos formales, sobre la penetrabilidad  del mensaje, o sobre eficacia comunicativa audiovisual favorecía de forma clara a los informativos  de Antena 3, pero también otros relacionados con el rigor informativo, como el uso de fuentes expertas, la mayor utilización de citas –tanto directas como indirectas y el afán divulgativo en las temáticas de mayor interés. Por eso la conclusión para esta cadena hacía referencia a cierta explicación, no sólo de su éxito de audiencia, sino también al reconociento de los propios compañeros de profesión como se ha demostrado recientemente. No obstante, también esta cadena destaca en el uso de tono lúdico o en la menor utilización del directo, que a la hora de elaborar ese índice de excelencia profesional, podrían incidir negativamente. 

 

¿La elaboración de estudios como este ayudará a los medios a detectar errores y cambiarlos; o el contrario, el interés de las cadenas conseguir audiencia está enca de la calidad de sus informativos?

Sin duda, este tipo de investigaciones serán dentro de muy poco tiempo instrumentos habituales e insustituibles para evaluar el trabajo de los diferentes medios de comunicación, complementando los análisis de audiencias, y éstos no sólo de tipo cuantitativo. De todos modos es tante considerar que un parámetro más de medida de la calidad de lo periodístico radica precisamente en la cantidad de lectores o espectadores que consiga, pero es fundamental  comprobar a qué precio los está consiguiendo.

 

NOTICIAS RELACIONADAS

Relacionados Posts

Premiados de la XX edición de 'Los mejores de PR'

Noticias recientes

Newsletter
Logo prnoticias

Suscríbete a nuestro newsletter!

Recibirás nuestro boletín de noticias y contenido exclusivo.