Cada año se diagnostican alrededor de 350.000 nuevos casos de cálculos renales en España, patología que afecta a más de un millón y medio de personas en todo el país, un 4 ciento de la población. Los cálculos renales, más frecuentes en los meses de verano, son responsables en un 95 ciento de los casos del cólico nefrítico.
Pero prevenir este problema es muy sencillo. Los expertos afirman que el método más eficaz consiste en beber abundante agua, más de dos litros diarios, especialmente en estos meses en los que se pierden abundantes líquidos a través de la piel. La deshidratación aumenta el riesgo de que las sales que ata la orina se aglutinen hasta crear una piedras en los conductos urinarios.
Por otro lado, el tratamiento de los cálculos renales, que afecta a personas de todas las edades, es cada vez más sencillo. Gracias a los últos avances sólo el 5 ciento de los pacientes con litiasis precisa de intervención quirúrgica.
En el resto de los casos los cálculos renales pueden elinarse a través de la litotricia o endurología. Estas técnicas, que consisten en aplicar ondas de choque o procedientos endoscópicos, son muy poco invasivas.
Antes de aplicar el tratamiento, hay que conocer la situación de los cálculos en el aparato urinario. En las ocasiones en las que la piedra se encuentra en el riñón o en el uréter alto se utiliza la litotricia extracorpórea.
A través de un aparato que utiliza un doble sistema de rayos X, se localiza el lugar en el que se encuentran los cálculos para enviar unas ondas que alcanzan directamente el riñón.
Según ha apuntado el doctor José Ignacio Iglesias, experto en Urología y miembro de la Unidad de la clínica La Luz, en una presentación a la que acudieron numerosos periodistas, no daña los órganos sino que ‘sólo destruye la piedras' que posteriormente se expulsan ‘a través del tracto urinario'. Con esta técnica se evita la hospitalización del paciente al mismo tiempo que no se lesiona la musculatura.
Además, como señala el doctor, este sistema láser ha permitido que se trate a personas con obesidad mórbida, alteraciones sanguíneas o a mujeres embarazadas, mientras que con la cirugía no se les podía intervenir.
Este sistema no sólo elina una operación, sino que pide que se tengan que realizar otras sucesivas, ya que se esta que el 60 ciento de los pacientes que han padecido un cálculo renal tendrá otro antes de 10 años, el 35 ciento antes de 5 años y el 15 ciento antes de un año tras el prer episodio.
Cuando las piedras se encuentran el uréter, se utiliza la uretroscopia. Este sistema consiste en el uso de endoscopios de pequeño calibre que acceden a la vía urinaria, deshaciendo el cálculo medio del láser. Más de la mitad de los cálculos del aparato urinario se tratan con esta técnica en todo el mundo.
A diferencia del TAC, la ecografía o la resonancia, el director médico y responsable de la Unidad de Urología de la Clínica La Luz, Enrique Pérez Castro, inventor de esta técnica, señala que la uretroscopia ofrece la posibilidad de observar el uréter y el riñón en su interior, lo que aumenta la calidad del diagnóstico.
Castro recalca que se ha evolucionado de ‘una cirugía agresiva y curaciones poco efectivas' a una especialidad en la que ‘lo único que se va a operar son las fosis'. Además, permite un diagnóstico precoz y un tratamiento adecuado a las características de cada paciente, aunque al mismo tiempo que señala que el láser es ‘una fuente de energía más', lo que no se le debe dar más tancia de la que tiene.
Esta técnica permite también explorar y aplicar diferentes tratamientos frente a tumores urológicos, cálculos en el tracto urinario, estenosis ureterales, malformaciones congénitas y patologías que no son perceptibles con otros estudios radiológicos convencionales.
El principal síntoma de un cólico nefrítico provocado piedra en el riñón es un dolor intenso y brusco que se localiza en la parte en la que se localiza el cálculo, ya sea en el costado cuando se encuentra en los riñones o en los testículos o genitales cuando se sitúa en el aparato inferior del aparato urinario.
