El Govern catalán ha reactivado su estrategia de comunicación para el extranjero, y lo ha hecho de la mano de Joan Maria Piqué, recientemente ‘refichado’ por Quim Torra como director del Programa Internacional de Comunicación. Piqué forma parte de un gobierno en la sombra que Torra ha elaborado a golpe de nombramiento de expertos en Comunicación. Junto a él se encuentra Jaume Clotet, Josep Rius y Pere Cardús, quien trabajará codo con codo con la periodista de TV3 Anna Figuera, jefa de prensa del president.
Piqué se ha puesto en contacto de nuevo con los corresponsales extranjeros a través de un correo electrónico en el que incide en que la hoja de ruta del nuevo gobierno catalán sigue teniendo la proclamación de la independencia como principal protagonista. En el correo también menciona que a través de sus funciones se promocionarán la actividad económica de la región, el turismo o la cultura. De esta forma, Joan Maria Piqué vuelve a las funciones que ejercía antes de que entrara en vigor el artículo 155 y por el que fue señalado por la ONG Reporteros Sin Fronteras.
La organización sin ánimo de lucro denunció en un comunicado al actual director del Programa Internacional de Comunicación de la Generalitat por crear listas de periodistas afines a la causa independentista y periodistas contrarios a la misma. Antes de alcanzar este nuevo puesto, Piqué fue el jefe de prensa de Artur Mas, para luego convertirse en el de Puigdemont una vez que éste se marchó a Bruselas. Piqué se ha convertido en el principal difusor de la palabra de Puigdemont en España, lo que le ha costado algún que otro problema con los periodistas debido a sus patinazos y salidas de tono.
Piqué también ha estado en el centro de la polémica debido al libro publicado por la corresponsal de Le Monde Sandrine Morel, En el huracán catalán. Una mirada privilegiada al laberinto del procés, donde señalaba que en el marco de una reunión informal, un responsable de Comunicación del PdeCAT le reprochó la dureza con la que trataba el procés, al mismo tiempo que le espetaba que si desde la Generalitat decidieran comprar dos páginas de publicidad en Le Monde a Morel no le quedaría más remedio que escribir lo que sus jefes le ordenaran. Aunque no menciona el nombre de este responsable, la persona encargada de contactar con los medios extranjeros en el momento en el que tiene lugar la conversación era Joan Maria Piqué.
Pero el independentismo tendrá ahora que enfrentarse al Ejecutivo de Sánchez que dará la batalla comunicativa contra el secesionismo. El ministro de Exteriores Josep Borrell ha dicho que entre sus principales tareas está la de restituir la imagen de España en el extranjero, tan denostada a causa del proceso independentista y de los mensajes que el independentismo ha conseguido colocar en los medios de comunicación internacionales. Borrell ha señalado que su misión será la de construir “un relato de la España democrática y constitucional”, eso sí, apuntando que “el camino no es continuar con la escalada y habrá que medir las palabras si uno quiere ser constructivo”.
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