La resistencia se encuentra en pleno aniversario. El late night de Movistar+ cumplió dos años en antena el pasado sábado y, 314 entregas después, el espacio que comanda David Broncano en #0 se ha consolidado como uno de los mayores fenómenos televisivos de la década a base de frescura, humor sin filtros y regatear a la autocomplacencia para sorprender al espectador cada noche.
La audiencia está harta de las típicas entrevistas promocionales a mayor gloria del invitado que se han instaurado desde hace un tiempo en televisión. Conscientes del tedio que provocan, el equipo de La resistencia ha buscado salirse de los márgenes con una buena dosis de imprevisibilidad, tanto en la selección de las personalidades que acuden al espacio como en el desarrollo de las charlas.
El mejor ejemplo llegó el pasado jueves de la mano de Miquel Montoro, el joven mallorquín que ha revolucionado las redes sociales gracias a sus vídeos sobre la vida rural. En lugar de intentar convertir al chaval en una suerte de Bart Simpson repitiendo hasta la saciedad ‘yo no he sido’, gracieta que sí explotaron otros programas con el único objetivo de lograr un momento viral, David Broncano dejó claro desde el primer momento que la entrevista no iría por esos derroteros: “No te preocupes, en ningún momento vas a tener que decir lo de ‘hostie pilotes’ porque para nosotros eres mucho más que esa frase”.
Con esta afirmación, el presentador evidenció la importancia de no quedarse en la superficie, en el chascarrillo fácil para explorar facetas diferentes del invitado. Este punto, básico en la construcción del fenómeno en el que se ha convertido La resistencia, ha influido decisivamente la buena mano que ha demostrado Broncano a la hora de quedar un ambiente de complicidad que ayuda a que el famoso de turno se relaje y no esté pendiente de medir cada palabra.
La visita de invitados que se encuentran fuera del circuito mainstream también se ha convertido en marca de la casa, evitando caer en personajes manidos y sin nada que aportar cuyo único interés es el número de ‘likes’ que consiguen con cada una de sus publicaciones en Instagram. Todo lo contrario: el equipo de La resistencia ha desarrollado un gran trabajo peinando el panorama mediático y encontrando pequeños diamantes en bruto como Salva Espín o César Noval, que no tendrían hueco en prácticamente ningún programa.
Por si esto fuera poco, el espacio decidió que era una buena idea dedicar una semana a las personas mayores, un target que no suele tener hueco en televisión. De la mano de la ‘Yaya’s week’, personajes tan diversos como María Teresa Campos, Manuela Carmena o la abuela de Grison desfilaron por el Teatro Arlequín para charlar con Broncano y probar que la edad no está reñida con el humor. Además, el programa también se ha caracterizado por poner el foco en colectivos como las deportistas femeninas o los artistas urbanos, que suelen ser obviados por los grandes medios pese a que mueven audiencias masivas.
Más allá de las entrevistas, otro de los aciertos de La resistencia ha residido en el uso de las redes sociales no como un simple escaparate del contenido, sino como un elemento más del espacio con tramas propias y bromas internas. Comprender que Twitter o Instagram son plataformas que no solo deben replicar lo que pasa en el programa ha sido clave a la hora de trascender la emisión lineal, más aun tratándose de un producto que se emite en un canal de pago. En la consecución de este hito, han sido básicos el desarrollo de un lenguaje propio que conecta con sus seguidores, la comprensión del tipo de contenidos que se tiene entre manos y la rapidez de reflejos de Álex Pinacho, que ya había probado (con resultados positivos) esta receta en La vida moderna.
Todo lo recogido anteriormente puede resumirse en una sola palabra: reinventarse. Pese a los múltiples reconocimientos que ha recibido y al gran apoyo social que recaba cada día, La resistencia ha logrado sortear a la autocomplacencia para darle una vuelta de tuerca al programa cada día, innovando y enseñando que se puede hacer televisión sin caer en los cinco clichés de siempre.
Seguiremos Informando…
