La nueva apuesta de la segunda cadena de Mediaset no ha terminado de arrancar como se esperaba en su primera emisión. Ni el presentador ni los principales invitados consiguieron que Cuatro levantase el vuelo en una franja más que maldita para la cadena.
El arranque de ‘En boca de todos’ no ha hecho honor al nombre del programa. Tan sólo 217.000 espectadores, con una cuota media de 2,4% (casi tres puntos por debajo de la media de la cadena, que ayer hizo un 5,3%), siguieron la primera emisión del espacio de estreno en Cuatro. Una cifra baja, tan sólo cuatro décimas por encima de lo que cosechó el viernes (2%), y que no supone un cambio verdadero con respecto a anteriores apuestas de la cadena en la misma franja.
A ’En boca de todos’ habrá que darle tiempo, pero el formato de Mandarina, en su primer programa, no fue lo que algunos tuiteros esperaron. Y es que, una vez más, se confirmó que las redes no siempre son representativas de la opinión general. Bastaba con contraponer los elogios a Losada y a la nueva apuesta realizadas desde diversos perfiles en Twitter con los datos de audiencia conseguidos.
Una parte de la responsabilidad, al margen de la cadena, puede estar en la elección de analistas. Para empezar, un Juan Pedro Valentín que, por primera vez en mucho tiempo, volvió a dejarse ver en la pequeña pantalla. El problema, como señalan en el sector, es que Valentín -dedicado teóricamente a la dirección del portal ‘Nius Diario’ montado por Mediaset- ya no es un rostro televisivo, como en otros tiempos.
Por otra parte, en su primera emisión el programa presentado por Losada apostó por el ‘tron’ Ángel Expósito, cada vez más devorado por su personaje de “capitán Tán” -como le conocen en la COPE- y su tendencia al “yoísimo”. En la emisora de los obispos, por cierto, ha sido muy comentada cierta entrevista concedida por el enviado especial al otro lado de la Castellana -durante la crisis del PP- a ‘El Español’. Y no sólo por los contenidos. Pero esa es otra historia.
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