Joseph Oughourlian podría cobrarse más víctimas después de haber enseñado la puerta de salida a Carlos Núñez, José Miguel Contreras o Fran Llorente, entre otros. La guerra civil en Prisa no ha evidenciado la profunda brecha que existe en la compañía editora de El País, donde dos fuerzas antagónicas luchan por el poder.
Precisamente es en la principal cabecera del grupo donde existe una especial tensión por los acontecimientos que han tenido lugar recientemente. El País es uno de los principales medios afines con los que cuenta Moncloa, no solo ya con este “Gobierno progresista”, si no en anteriores legislaturas de ejecutivos socialistas.
Que El País es afín al PSOE no es ninguna novedad. Como tampoco lo es que años atrás pudo cambiar su línea editorial hacia posturas más conservadoras. Finalmente esta maniobra se descartó y el periódico de Prisa permaneció fiel a la línea editorial que siempre le ha diferenciado de otros periódicos más conservadores.
No obstante, la guerra civil desatada en Prisa ha puesto sobre el tablero un posible viraje que tendría como resultado abandonar la línea editorial progresista en favor de una postura más neutral con el Gobierno. Algo que, sin duda, pondría en jaque a Pedro Sánchez de cara a una potencial victoria en las próximas elecciones de 2027.
La audiencia no acompaña
Sea como fuere, lo que sí es constante son las dudas que se han instalado en El País entorno a su directora, Pepa Bueno. La periodista pacense es una de las señaladas por Joseph Oughourlian junto a Àngels Barceló, directora y presentadora de Hoy por hoy, en la Cadena SER.
Para el empresario franco armenio, Bueno se muestra demasiado afín al Gobierno, plegándose a sus dictados y llevando a El País a una posición demasiado servil. Algo que no agrada en absoluto a un Oughourlian que siempre ha querido marcar distancias con Pedro Sánchez y que, en una jugada tan sorprendente como eficaz, se ha negado a plegarse a sus intereses rechazando de plano poner en marcha una televisión hecha a su medida bajo el sello de Prisa.
La cercanía de la directora al círculo de confianza del presidente del Gobierno -los defenestrados José Miguel Contreras o Fran Llorente– también juega en su contra. Así como las cifras de audiencia digitales de El País, que en este inicio de año ha vuelto a caer a la séptima posición, siendo superado incluso por su “hermano pequeño” The Huffington Post.
En El País, mientras tanto, sacan pecho por la cifra de suscriptores, que ya superan, según datos internos, los 400.000. Sin embargo, esconden los de la prensa digital, donde claramente salen perdiendo contra periódicos de la competencia como El Español, La Vanguardia, El Mundo o ABC.
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