Los periodistas tugueses se han movilizado ante la decisión del juez Alfredo Costa de autorizar que sean abiertos y analizados los ordenadores confiscados el pasado 15 de febrero a periodistas locales.
Los periodistas tugueses se han movilizado ante la decisión del juez Alfredo Costa de autorizar que sean abiertos y analizados la fiscalía y la policía los ordenadores confiscados el pasado 15 de febrero a periodistas locales.
Los afectados son Joaqu Eduardo Oliveira y Jorge Van Krieken, quienes son investigados para que revelen las fuentes de unas informaciones relacionadas con el proceso de pederastia en Casa Pia.
Entre otras iniciativas, los periodistas están firmando cartas dirigidas al presidente de
Se argumenta que de llevarse a cabo ese acceso indebido a los datos en el ordenador de un periodista, ya sea tugués o extranjero, se situará a Portugal en el nivel de las peores dictaduras, y habrá que lamentar que los periodistas no puedan garantizar la confidencialidad a los ciudadanos que faciliten informaciones.
“Perseguir las fuentes informativas de los periodistas es crear un cla de estado represivo y policial que no es propio de estados democráticos donde la libertad de información es indisociable de la propia democracia. Esta situación viola principios fundamentales de la libertad de prensa defendidos todos los Estados de
Al no estar en este caso en peligro el derecho a la vida o a la seguridad colectiva, violar el derecho al secreto profesional supondrá violar los derechos, libertades y garantías de todos los ciudadanos tugueses, afirman los periodistas en la carta, que solicitan ello una revocación del permiso judicial para investigar los discos duros de los equipos informáticos confiscados.
AGENCIAS