Hace cinco años la política audiovisual del Gobierno la hacían las televisiones. Los dos repartos de licencias de TDT, la retirada de la publicidad de TVE, la autorización de las fusiones y el alquiler de frecuencias fueron los grandes triunfos legislativos de un sector al que se le realizaron leyes ‘a su medida’ durante casi ocho años. No obstante, la llegada del nuevo Ejecutivo que ha coincidido con el cambio en la dirección de UTECA, le ha hecho perder toda esta influencia: hoy ya no son capaces de hacer valer sus postulados y lo que es peor, el Ejecutivo ya está legislando en contra de sus intereses.
El vies pasado el Gobierno lanzaba una bomba y abría una guerra con las televisiones comerciales: el Consejo de Ministros derogaba la Ley de 2010 que otorgaba nueve canales más a las televisiones sin pasar un concurso público. Esta resolución se da un periodo transitorio, hasta 2104, para definir el nuevo escenario en el marco de la licitación del denominado dividendo digital. Las televisiones en privado hablan de chantaje, de coacciones y en público de ‘inseguridad jurídica’. Incluso hay algunas que apuntan a que estamos ante una venganza del Ejecutivo contra las críticas de las cadenas los casos de corrupción que salpican a miembros del Partido Popular.
No obstante, lo cierto es que esta resolución confirma los peores temores de las teles agrupadas en la patronal UTECA. El Gobierno de Mariano Rajoy no cuenta con las cadenas y lo que peor: legisla en contra de sus intereses. Las cadenas habituadas los últos cinco años a tener legislaciones sumamente favorables que les han permitido en gran manera sortear la crisis, no entienden cómo Moncloa ha adoptado una postura radicalmente opuesta al Gobierno de Zapatero.
Recordemos que durante los años del PSOE en el Ejecutivo se dictaron las leyes más favorables para las televisiones de toda la historia de la Democracia. Fueron siete años en que se aprobaron las dos concesiones de frecuencias (2005 y 2010), en que se retiró la publicidad a Televisión Española, en que se aprobaron las fusiones entre cadenas y cuando se permitió que las televisiones pudiesen alquilar sus frecuencias. No hay que ser un analista para descubrir que estas medidas han sido los verdaderos salvavidas que han mantenido el sector a flote durante toda la crisis económica.
Es ello que se ha abierto un cisma en UTECA. Las cadenas creen que el Ejecutivo es el culpable de realizar estas medidas, pero son conscientes de que ellos también han sido responsables de perder influencia en las decisiones de Moncloa. Las divisiones entre los dos grandes grupos (Atresmedia y Mediaset) hacen casi posible elaborar estrategias conjuntas y realizar propuestas concretas a las administraciones.
La mejor muestra de estas divisiones internas la vos el pasado vies cuando el Ejecutivo derogó las concesiones de 2010. El anuncio se produjo a las dos de la tarde, pero UTECA sólo se pronunció a las ocho, y ello considerando que todos los directivos de las cadenas sabían de esta resolución al menos desde la noche anterior. Es decir, que las teles tardaron casi 24 horas en consensuar una descafeinada nota de prensa que censuraba la resolución, pero no ataba ninguna medida concreta más que una ambigüa pugnación.
La segunda gran crítica que se hace en UTECA es la dirección. En enero de 2012 asumía la coordinación de la patronal Santiago Campos Calvo –Sotelo, en sustitución de Jorge del Corral, un histórico de la patronal. Campos llegaba con el aval de ser el pro del secretario de Estado de Telecomunicaciones y para la Sociedad de la Información, Víctor Calvo Sotelo. Un parentesco que a la luz de los acontecientos ha resultado estéril. En cualquier caso, ya se pide la cabeza del director general que en dos años no ha podido llevar al terreno de las teles los debates que aquejan al sector.
Y es que de seguir así las cosas, lo peor está venir. En el aire está la vuelta de la publicidad a Televisión Española, algo que ya se pide desde el Ente y que el Gobierno ve con buenos ojos. Las televisiones también tienen delante la negociación del dividendo digital, la discusión de las frecuencias suspendidas y la elaboración del nuevo mapa TDT. Tareas para las que –muchos concuerdan en UTECA es necesaria una nueva dirección, con un perfil conciliador, pero a la vez proactivo que pueda sentarse a negociar con el Gobierno y que a su vez logre unificar criterios en la dividida junta.
Seguiremos Informando…