José María García ha vuelto a Cadena SER después de 36 años apartado de sus micrófonos y tras varias décadas de guerra contra el Grupo Prisa. El milagro se producía en el programa de Javier del Pino (A vivir) y en su segmento en clave de humor, quizás para evitar que García hablase de temas más serios. No obstante, el comunicador, volcánico como si no hubiese pasado el tiempo, decidió ajustar cuentas, explicar su salida de la SER en 1981 y enviar un recado a los dirigentes de Prisa, del pasado y del presente. García en estado puro, a pesar de que abandonó los micrófonos de manera oficial de hace más de diez años.
Muchos se sorprendieron al escuchar a José María García en los micrófonos de Cadena SER el sábado por la mañana. Algunos creyeron que la SER se había equivocado y había puesto un corte de los años setenta, cuando García era el dueño y señor de la emisora. Pero no, no era un viaje al pasado. Era el presente y sí, García estaba en los micrófonos de Cadena SER, estaba en Gran Vía… 36 años después de su abrupta y polémica salida. Un episodio que a muchos les sonará a prehistoria de la radio en España, pero que sin lugar a dudas marcó el presente de lo que conocemos actualmente como radio generalista y deportiva.
José María García abandonaba la Cadena SER por decisión propia en noviembre de 1981, después de una década en la emisora y tras haber puesto en marcha el embrión de lo que posteriormente serían los programas deportivos nocturnos. García manifestó su descontento con la línea editorial que querían imponerle la SER, por esa fecha propiedad de la Familia Fontán. García se encargó de hacer público que Eugenio Fontán le pidió que dejase de hablar del ministro Pío Cabanillas, con quien el periodista mantenía una de sus recordadas batallas personales.
García vuelve a hablar del imperio del monopolio de Cadena SER
García abandonó la SER, tras lo cual comenzaría su guerra personal contra emisora y contra el Grupo Prisa, que desembarcó en la emisora como propietario en 1985. García luchó contra ellos, primero desde Antena 3 Radio y luego desde la COPE. Disputó el primer lugar al “imperio del monopolio”, como le gustaba llamar a Prisa, con muchos momentos de éxito, pero hasta 1995 cuando hincó definitivamente la rodilla ante José Ramón de la Morena y El Larguero. García lo seguiría intentando, luego en Onda Cero, aunque ya sin éxito. Esto no impidió no obstante, que hasta su retirada en 2002, siguiese enfrentándose casi todos los días a Prisa.
Pero el tiempo pasa, y según dicen cura todas las herirás. García ha vuelto a Cadena SER, aunque sin mucho bombo mediático. No obstante, lejos de buscar la reconciliación García no se ha callado nada y en su habitual estilo, ha vuelto a cargar contra Prisa, en especial contra sus dirigentes. “Esta casa ha sido tan rara… No como todas, eso no es justo… Yo soy una persona decente, lo que he tenido que decir de esta casa lo he dicho y no voy a venir aquí a ofender, pero sí me entristece que pudiendo ser lo que ha sido, esta casa se ha convertido en un imperio del auténtico monopolio”, ha dicho de entrada.
“Yo me he ido de los sitios por defender la libertad de los oyentes, que son los jefes. Aquí en la SER durante diez años me defendieron a capa y espada y llegó un día que yo tenía una batalla con el ministro Pío Cabanillas porque había mentido y me dijeron que tenía que dejar de hablar de él”, continuó indicando, para rematar con un “yo aquí he estado contento y feliz en esta casa, pero lo que más siento es lo mal que esta casa ha tratado a sus profesionales, lo mal que se ha portado con sus grandes figuras. Me da pena y es muy triste el desprecio de los gerifaltes y los lametraserillos han tratado a su gente”. García en estado puro.
García suelta la bomba de Javier del Pino en Cadena SER
Pero José María García no se calla y además de cargar contra Cadena SER reveló algunas claves de la propia historia de la emisora. Y una que afecta directamente afecta a Javier del Pino, su anfitrión en su vuelta a la SER. García reveló ante la sorpresa de Del Pino, que la emisora pensó en el comunicador para sustituir a Iñaki Gabilondo en Hoy por Hoy, cuando en 2006 el periodista vasco se marchó a presentar los informativos de Cuatro, la cadena de televisión que acababa de nacer. Según García, Del Pino -que no desmintió nada- rechazó este ofrecimiento por privilegiar su estabilidad personal -y familiar- que por ese entonces había conseguido como corresponsal de la SER en Washington. La emisora luego se decantaría por Carles Francino para el puesto y el resto es historia.
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